Glas acusa a Moreno de desprestigiar proyecto liderado por Correa

El entonces vicepresidente Jorge Glas, el presidente Rafael Correa y el entonces candidato del gobierno, Lenín Morreno, en una foto de julio de 2017. Presidencia de la República.

Quito (AP) — El vicepresidente Jorge Glas acusó al presidente Lenín Moreno de ser el gestor de una estrategia de desprestigio del proyecto político que lo llevó al poder y que fue liderado por el exmandatario Rafael Correa.

“Hay una estrategia de descrédito continuo de lo que representan diez años de avances para el Ecuador por parte del gobierno, del presidente de la república con todos sus ministros”, dijo Glas en entrevista con The Associated Press y aseveró que “no soy parte de este gobierno, no soy parte del gabinete, tengo serias discrepancias con la política que está aplicando el presidente Lenín Moreno”.

Glas ocupó el mismo cargo de 2013 a 2017 junto a Correa (2007-2017) y en su contra hay denuncias y sospechas de corrupción. La situación ocasionó la ruptura de relaciones con el actual presidente en agosto, luego de que se publicaran audios de un delator de Odebrecht en los que presuntamente se lo vinculaba con actos ilícitos.

El vicepresidente ecuatoriano es el funcionario público de mayor cargo en Ecuador que hasta ahora ha sido ligado a los escándalos de la compañía brasileña Odebrecht, que ha reconocido la entrega de sobornos por 33,5 millones de dólares a funcionarios estatales a cambio de obras públicas.

En consecuencia, Moreno hizo uso de sus atribuciones constitucionales y despojó a Glas de sus funciones hace poco más de un mes, ante lo cual el vicepresidente se defendió diciendo que visita poblaciones y a la ciudadanía para recoger criterios y proponer políticas públicas que “pueden ser de mucha utilidad para el gobierno”, aunque reconoció que no tiene forma de que el Ejecutivo las acepte y procese.

Hasta el momento, dijo Glas, no ha habido acercamientos con Moreno.

El vicepresidente mantendría su puesto a pesar de que no ejerza sus funciones porque fue electo en binomio con Moreno y la única manera de perder el cargo sería por juicio político en la Asamblea -dominada por 74 legisladores afectos a Correa y a Glas – o por encarcelamiento. De hecho, por ley aún cumple con la función de reemplazar a Moreno en caso de ausencia del país.

A pesar de las fricciones entre él y el presidente, Glas dijo que no puede asegurar que el partido se haya equivocado al elegir a Moreno como candidato a la presidencia: “No me atrevo a hacer ese juicio de valor… No tenemos la respuesta. Quisiéramos encontrar una respuesta y lo que tenemos que hacer es pedir públicamente que se encauce el proyecto político en la línea progresista”.

La propuesta a la que aludió Glas es la que encabeza el partido de gobierno, Alianza País, que con Correa al frente se tradujo en fuertes inversiones en obras de infraestructura como hidroeléctricas, la ampliación de la red vial y la construcción de escuelas y hospitales públicos para gente pobre con medicina gratuita.

Como parte del proceso derivado por los señalamientos de corrupción, el vicepresidente enfrenta una investigación fiscal que termina a fines de mes. Al finalizar podría ser liberado de culpa por la Corte Nacional o, en caso contrario, ser enjuiciado penalmente, lo que no implica que pierda su cargo.

“Estoy dispuesto a toda forma de auditoría posible. Me someto al Estado de derecho de Ecuador”, afirmó al tiempo de señalar “quien no la debe no la teme”.

Precisó que actualmente enfrenta dificultades económicas. Según dijo, en su cuenta le queda un saldo de 2.000 dólares y tuvo que pedir un préstamo para pagar anticipos de abogados cuyo costo es “más de lo que puedo pagar”.

Destacó que tiene dos hipotecas, de su casa y un departamento, y aseveró que posiblemente deba vender su único vehículo particular para pagar abogados.

“Los temas que enfrento judicialmente concentran gran parte de mi tiempo”, añadió.

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