A la Canciller Espinosa le apena mucho la condena de seis años a Glas

Foto: ARCHIVO Canciller de Ecuador - María Fernanda Espinosa

La ministra de Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, lamentó hoy «desde el punto de vista humano» la condena a 6 años de cárcel del vicepresidente Jorge Glas, que «apena mucho», pero manifestó su respeto por las decisiones judiciales.

«Yo creo que es algo que nos apena mucho desde el punto de vista humano, es algo muy duro para Jorge Glas, para su familia. Entendemos la parte humana muy bien», dijo a Efe la canciller en Roma, donde se encuentra para asistir a un foro de diálogo del Instituto Italo-Latinoamericano.

Al mismo tiempo, «tampoco podemos opinar sobre una decisión tomada por el más alto órgano de la Justicia ecuatoriana», la Corte Nacional de Justicia, añadió seguidamente.

«Este es un tema judicial que estuvo en manos de la Justicia, en manos de la judicatura, de la Corte Nacional y de la Fiscalía. Ellos han hecho, entiendo yo, un trabajo exhaustivo y profesional y han emitido una sentencia. Esa sentencia hay que respetarla», defendió.

El vicepresidente sin funciones ecuatoriano, Jorge Glas, ha sido condenado en primera instancia a 6 años de prisión por asociación ilícita en la trama de corrupción originada por los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.

Preguntada por este caso de corrupción, que ha salpicado ya a varios países de la región latinoamericana, Espinosa lo consideró «un caso emblemático que pone de manifiesto la colusión de intereses entre lo público y lo privado, un tema grave, serio».

Opinó que esta situación «obliga y compromete a juntar esfuerzos para hacerle ‘una cirugía mayor a la corrupción'», dijo, parafraseando al presidente Lenín Moreno.

«Los países solos no podemos, yo creo que se necesita realmente una cooperación internacional adecuada, que los países nos pongamos de acuerdo, que exista una decisión de una voluntad política de combatir la corrupción», aseveró.

La jefa de la diplomacia ecuatoriana dijo que la corrupción es «una de las mayores amenazas para garantizar los derechos humanos de la gente».

«Los recursos, los cientos de millones que se pierden por razón de la corrupción, por coimas, lavado de dinero y demás… ¿a quién afecta finalmente? A los más vulnerables y a su derecho a la educación, a su derecho a la salud, a su derecho a la vivienda», apuntó.

Y apostó por «una cruzada internacional para combatir la corrupción en todas sus formas». EFE

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