Maestros siguen huelga de hambre en Esmeraldas

Kéner Mina dice que su esposa, María Caicedo, es tenaz y decidida y no tuvo otra alternativa que apoyarla. La mujer, antes de formar parte del grupo de ocho maestros que decidieron iniciar una huelga de hambre el pasado 30 de junio, ya presentaba un cuadro de hipertensión. Ella permaneció en ayuno en los bajos de la Gobernación de Esmeraldas durante 22 días, hasta la tarde del pasado jueves cuando se la evacuó en estado semiinconsciente al hospital Delfina Torres de Concha.

El pasado viernes, Mina no acudió a trabajar. Salió de su casa, en el barrio Nueva Esperanza de Esmeraldas, y se quedó todo el día en la sala de Urgencias del hospital, acompañando a su esposa, quien vomita y luce en mal estado.

“Yo la apoyé siempre, desde cuando me dijo que si tenía que morir por defender sus derechos, lo iba a hacer. Ella sabía que el Gobierno no los iba a escuchar y que necesitaban de un muerto para que les hagan caso”, señala Mina.

En su estado de semiinconsciencia, Caicedo expresa unas frases. “Me siento mal, me duelen los huesos, no quiero hablar”, dice la docente acostada en una camilla hasta la tarde del viernes y que desde ayer ya está en sala de recuperación.

Pero la decisión de la mujer no solo la admiraba su esposo, sino los otros compañeros de huelga de hambre y maestros de esta provincia. Son al menos 30 docentes a quienes el Ministerio de Educación no les renovó sus contratos, luego de haber laborado entre 3 y 8 años, sin ser afiliados al IESS y con un sueldo que no superaba los $ 250. 

Paulino Quiñónez, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) de Esmeraldas, piensa que Caicedo y sus otros siete colegas en huelga de hambre merecen admiración, pero también causan preocupación porque se resisten a dejarse atender por un médico.

“El ayuno es una medida extrema donde la vida de los huelguistas está en constante peligro, muchos están sumamente mal, la vida de ellos corre peligro, yo les he hablado, les he dicho que no vale la pena morir de esa manera, que permitan a los médicos que los atiendan, pero ellos se niegan a hacerlo”, manifiesta el dirigente.

Cristhian Gaibor, de 31 años, es otro de los huelguistas. Padre de dos niñas y líder de los maestros contratados en huelga, fue el primero en retirarse los sueros que le colocaron hace una semana y en negarse a recibir atención médica.

“Yo, como médico, les he dicho siempre la verdad. Ellos no están bien, si continúan con esta medida puede haber un desenlace fatal en cualquier momento”, advirtió Dicson Sosa, médico del Patronato del Gobierno Provincial.

Álvaro Lara, de 26 años, también se niega a recibir asistencia médica. Indica que siente que ya no puede pararse y que en ocasiones se marea con facilidad. Es padre de un niño y dice que “el mejor legado” que le puede dejar a su pequeño “es la lucha por las causas justas”.

“Yo no quiero estar aquí, soy humano, tengo un hijo, una esposa, pero las injusticias me obligan. El presidente (Rafael Correa) sabe que en Esmeraldas se han cometido una serie de arbitrariedades en la Dirección de Educación. Él dijo que en 20 días nos iban a solucionar el problema, pero ya vamos para un mes y nada”, asegura. Lara se refiere a declaraciones del mandatario en su última visita a la ciudad de Esmeraldas, hace más de un mes.

Lenín Lara, gobernador de Esmeraldas, habla de una auditoría de contratos para superar el problema. “Estamos dispuestos a que se genere un diálogo, hay un compromiso del presidente y trabajamos en una solución. El problema es grande, había partidas para contratar a 1.100 maestros, pero encontramos con que se contrató a más de 2.500”, dijo. El periodo de las contrataciones las determinará la auditoría.

Detalles: Educativos
Los huelguistas
El 30 de junio iniciaron la protesta Alfredo Quiñónez, de 26 años; Cristhian Gaibor, de 31; Álvaro Lara, de 26; Miriam Altafuya, de 52; Marco Ramírez, de 25; Luz Ortiz, de 54; Segunda Arroyo, de 35, y María Caicedo, de 49.

Hospitalizados
El martes 19 de julio, 20 días después de haber iniciado la huelga de hambre, Alfredo Quiñónez tuvo que ser evacuado de emergencia al hospital Delfina Torres de Concha, mientras que María Caicedo fue llevada al hospital en contra de su voluntad el pasado jueves 21.

Fuente: El Univeso

Más relacionadas

1 Comment

  1. Se van a morir como pendejos, tomense las calle, protesten  asi, porque de esa manera moriran por pendejos y asi sera a los que trabajaban en los casinos, promete pero jamas cumplira salgan mientras puedan pararce, peleen no esperen que otro lo haga, porque no pasara, dice Dios para quienes creen ayudate que yo te ayudare, crees que vas a morir? puede ser, pero peor es agonizando no solo tu piensa en la familia.

Los comentarios están cerrados.