Quito muestra su diversidad espiritual en busca de una cultura de paz

La capital ecuatoriana, Quito, arropa desde hoy un proyecto que muestra la diversidad de caminos religiosos y espirituales de quienes la habitan, en busca de fomentar una cultura de paz que conviva con el ritmo que marca toda ciudad contemporánea.

Con un «encuentro por la paz», en el que hubo música, meditación, yoga, prácticas ancestrales y caminatas, comenzó este sábado en un parque el proyecto «Espiritualidades en Quito», que incluirá talleres, exposiciones, conferencias y recorridos por lugares sagrados, entre otros.

Con el proyecto, se reconoce, visibiliza y «rinde tributo a todos los caminos espirituales y también religiones que se practican en Quito», dijo a Efe María Fernanda Cartagena, directora ejecutiva de la Fundación Museos de la Ciudad.

Para ella, la espiritualidad es un «paraguas muy amplio, de alguna manera, como el corazón de las religiones» y varias de sus manifestaciones se exhibirán en diferentes espacios que alberga la Fundación, como el Museo del Carmen Alto, el Museo de la Ciudad y el Museo Interactivo de Ciencia.

Además, el Parque Museo del Agua (Yaku) y el Centro de Arte Contemporáneo, pero también se tomarán espacios públicos con exhibiciones de fotografías de gran formato, como la instalada en el parque La Carolina, relativas a espiritualidad.

«Creemos en que en esta biodiversidad espiritual hay una cantidad de recursos renovables de toda índole que puede servir a la comunidad para encontrar un sentido para su vida, conectarse más con la paz», dijo al señalar que se busca reafirmar la solidaridad, la unión.

Opinó que «así como es importante el desarrollo material, económico de las personas (…), también lo es esta dimensión que es la espiritualidad».

El proyecto, en el que también colabora la Universidad San Francisco de Quito, busca «compartir y comprender que podemos, desde todos los caminos espirituales, reconocer nuestras diferencias con respeto, valorarnos mutuamente y tratar de convivir de una forma más pacífica», apuntó la coordinadora Dayana Rivera,

Rivera, jefa de investigaciones de la Fundación, dijo a Efe que hay quienes viven la espiritualidad desde la religión pero también quienes la practican «de una manera más abierta y menos vinculada con una institución» y puntualizó que la dimensión espiritual «siempre ha sido fundamental» para la sociedad.

«Lamentablemente ahora, el ritmo de la ciudades contemporáneas, con los índices de violencia que existen, las polaridades, nos olvidamos un poquito de esta dimensión espiritual», se lamentó al destacar la importancia de eventos como el inaugurado hoy y que se extenderá por seis meses.

Hasta abril se abordará el asunto de la espiritualidad desde diversas ópticas: neurociencia, luchas de género, arte contemporáneo, meditación en movimiento, entre otros.

«Es muy difícil que podamos construir una sociedad pacífica si primero no encontramos la paz dentro de nosotros mismos», aseguró al apuntar que el proyecto ofrece oportunidades para conocer «herramientas que permitan desarrollar paz interior para luego poder compartirlas con las demás personas».

En «Espiritualidades en Quito» se compartirán experiencias de interacción positiva, constructiva y crítica entre personas y comunidades de diferentes tradiciones y caminos espirituales.

El proyecto, que reconoce al ser humano integral y la importancia de su dimensión espiritual en el ejercicio de los derechos culturales, propone que en la riqueza y diversidad de los caminos religiosos y espirituales que se practican en la ciudad, se puedan encontrar valores comunes y apreciar las diferencias.

«La autorreflexión y la reflexión compartida, fruto de estos diálogos interculturales-espirituales, permiten replantearnos preguntas en torno a la empatía y al sentido y calidad de nuestras vidas», según Cartagena. EFE (I)

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