Amnistía Internacional (AI) denunció este viernes el caso de una niña argentina de 11 años que quedó embarazada tras una violación y se le practicó una cesárea pese a haber pedido el aborto, una «injusticia cruel que podría constituir tortura» según la organización.
La menor, que vive en la provincia de Tucumán, en el noroeste del país, fue abusada por la pareja de su abuela, y cuando se le descubrió el embarazo de 19 semanas a finales de enero, tanto la niña como su familia manifestaron su deseo de abortar.
Sin embargo, en la víspera de la intervención, que tuvo lugar el pasado miércoles, el Gobierno tucumano dijo que buscaba «salvar las dos vidas» y le practicó una cesárea a las 24 semanas, de la que el bebé sobrevivió aunque continúa con pronóstico reservado y hospitalizado.
En un comunicado, Amnistía Internacional se pronunció sobre el caso afirmando que a la niña se le había «negado su derecho» a interrumpir el embarazo, y se debe «hacer rendir cuentas» a las autoridades argentinas «por poner en grave peligro la vida de una sobreviviente de violación de 11 años, haciéndole llevar a término un embarazo forzado y por divulgar información médica confidencial».
En Argentina, el aborto en un supuesto de violación está contemplado en la ley desde 1921.
«Obligar a una niña de 11 años a recurrir a una cesárea de urgencia y que podría haberse evitado, es una injusticia cruel, que, por los daños físicos y psicológicos que le causa, podría constituir tortura según el derecho internacional», declaró la directora de AI para las Américas, Erika Guevara Rosas.
Para la organización, este «terrible caso» es «sintomático de la violación sistémica de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas» en Argentina.
También explicaron que las autoridades sanitaria «impidieron reiteradamente que se practicara el aborto, valiéndose para ello de diversas tácticas de demora que, en la práctica, obligaban a la niña a llevar a término el embarazo en contra de sus deseos y de los de su madre».
La niña evoluciona favorablemente, según medios locales, aunque aún no hay informes oficiales sobre su estado de salud; mientras que el presunto violador permanece en prisión.
«Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo», dijo la menor, según figura en la historia clínica adjuntada a la causa judicial.
Esta polémica tiene lugar después de que el año pasado el Congreso argentino rechazase por una pequeña diferencia un proyecto de legalización del aborto por plazos, en medio de grandes movilizaciones, principalmente de grupos feministas.
Amnistía Internacional ya se manifestó al respecto apoyando la iniciativa. EFE (I)
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