Varias organizaciones pro derechos humanos de América demandaron este sábado que cese la violencia y la represión en las manifestaciones de protesta que tienen lugar en Ecuador contra unos ajustes económicos ligados a un acuerdo crediticio con el FMI suscrito por el presidente Lenín Moreno.
«Demandamos al Gobierno ecuatoriano el cese de la violencia, de la represión y de las detenciones ilegales (…), sobre todo contra los pueblos indígenas, los sindicatos y toda la ciudadanía organizada que ejerce su legítimo derecho a la protesta», señaló un comunicado difundido este sábado en Quito.
El escrito, suscrito por 27 grupos de derechos humanos de varios países de América, también pide que las manifestaciones sean pacíficas y que no se produzcan agresiones contra periodistas que cubren los incidentes.
«Hacemos un llamado para que se inicie un diálogo que tenga como prioridad la protección de los derechos de toda la ciudadanía», precisaron los grupos de defensa de los derechos humanos.
También rechazan lo que denominaron «lamentable aprovechamiento que el Gobierno ecuatoriano y diversos Gobiernos de la región, así como actores políticos, han tomado para descalificar legítimas movilizaciones ciudadanas y criminalizar la protesta».
«Como organizaciones dedicadas al avance de los derechos humanos en las Américas condenamos el uso político en circunstancias tan graves, sobre todo cuando van en desmedro de los derechos fundamentales y exhortamos al ejercicio del derecho legítimo de protesta pacífica».
Insistieron en que ha habido un «uso excesivo de la fuerza contra la población» y que «esta represión desmedida por parte del Estado ecuatoriano ha generado cientos de personas heridas y detenidas ilegalmente».
El Gobierno ecuatoriano encabezado por Lenín Moreno sostiene que las manifestaciones son un intento de desestabilizar al país encabezado por el expresidente Rafael Correa, prófugo de la justicia e importante opositor.
En entrevistas a EFE, varios manifestantes han sido explícitos en su deseo de acabar con la presidencia de Moreno. En esto contradicen a líderes del movimiento indígena, quienes dicen buscar el diálogo, que el Gobierno ha ofrecido en varias ocasiones.
Acciones de los manifestantes, como la retención de militares y la agresión a periodistas, han sido condenadas por diferentes actores políticos oficialistas y de oposición.
La Defensoría del Pueblo ecuatoriana tiene registrados 850 lesionados desde que comenzaron las protestas el 3 de octubre, que ya se han cobrado al menos cuatro vidas y las detenciones superan el millar.
Pese a que el Ministerio del Interior afirma que ya son cuatro los muertos en el marco de las protestas, la Defensoría del Pueblo dice que son cinco. (I)
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