Abren un centro trans en Ecuador como alternativa a las clínicas correctivas

La capital de Ecuador, Quito, es la primera ciudad del país que cuenta desde este lunes con un centro Psico Trans que ofrece asesoramiento al colectivo LGTBI, como alternativa a las clínicas correctivas o también llamadas de «deshomosexualización».

Con dos consultorios, una recepción y dos cámaras de Gesell -destinadas a evitar la revictimización de las personas afectadas por abusos a raíz de su condición de género o identidad sexual-, el centro se distribuye en tres locales unidos y fue inaugurado este lunes.

Se trata de una iniciativa que viene desarrollando desde hace dos años la organización Silueta X, que se decidió a abrir el centro precisamente en Quito, dado que buena parte de las denuncias de situaciones de abusos al colectivo se producen mayoritariamente en la zona de la sierra centro del país.

El lanzamiento se realizó por la mañana y al centro se acercaron representantes de la Coordinación Zonal 9 del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, de la Defensoría del Pueblo, miembros del Mecanismo de Coordinación País, así como de asociaciones y grupos que conforman el colectivo LGTBI en la nación suramericana.

En los últimos años Silueta X, que dirige Diane Rodríguez, presidenta de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBTI, que agrupa a unas 40, ha promovido una campaña para dar a conocer la existencia de las clínicas y centros de conversión (deshomosexualización y destransexualización), en los que se busca reconvertir la identidad de género de estas poblaciones.

Muchos de ellos cuentan con el aval oficial del Ministerio de Salud, mientras que otros operan en la clandestinidad, bajo el falso argumento de que son centros de rehabilitación o de otra índole, al que los familiares ingresan forzosamente a homosexuales o transexuales, que son sometidos a diversas formas de tortura, entre ellas violaciones «correctivas», según las denuncias.

«Otro elemento importante, es que la gran mayoría de personas que eran secuestradas en estos centros eran transmasculinos (identidad de género) y mujeres lesbianas (orientación sexual)», señala un comunicado de Silueta X.

Con todo, destaca que si bien es cierto que los casos más emblemáticos que han salido a la luz versaban sobre lesbianas y de clase media, los que ha seguido la Asociación con especial preocupación están relacionados con transmasculinos, generalmente de clase baja o empobrecidos.

Rodríguez mencionó a Efe el caso de una víctima, un transexual masculino, que fue torturado y violado por el propio director del centro en el que fue recluido.

Como consecuencia de la violación, el joven quedó encinta y en la actualidad tiene un hija de 2 años y no ha querido denunciar a su agresor, quien se ha hecho cargo de la pensión alimenticia de la menor, por lo que el caso ha quedado impune.

«Queremos que haya un contrapeso desde la sociedad civil», afirma Rodríguez antes de explicar que el centro inaugurado hoy ofrecerá terapias psicológicas con las que se busca la participación de la familia de las víctimas.

El centro también se convertirá en un espacio seguro para la población LGTBI, con acceso a preservativos y pruebas rápidas de VIH, con miras a que en un futuro las instituciones de Salud Pública puedan integrarse. EFE

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