cáncer
El peor mal de Venezuela
Miami, Estados Unidos
A pocas horas de la ceremonia de toma de posesión, el gobierno de Venezuela todavía manipula la información sobre la salud del presidente reelecto Hugo Chávez, como si se tratara de un secreto de Estado, dejando a los venezolanos en una situación general de zozobra y al mundo entero en la incertidumbre.
Por la boca cae el pez
Asunción, Paraguay
El sociólogo alemán Heinz Dieterich, radicado en México, es uno de esos intelectuales europeos que, como el filósofo francés Régis Debray en la década de 1960, tratan de ensayar en América Latina lo que no pueden o no quieren aplicar en sus propios países. Si Debray quiso jugar al revolucionario colgándose de las barbas de un insensato guerrillero como el Che Guevara, Dieterich trata de experimentar el “socialismo del siglo XXI” haciendo de mentor de un charlatán platudo como Hugo Chávez. Si el francés acabó muy arrepentido, no sería raro que el alemán diga al final de su aventura que terminó arando en el mar. Por de pronto, el costo del experimento de su discípulo ya lo están pagando los pobres venezolanos, que soportan la falta de alimentos y los índices de corrupción y de criminalidad más altos del continente, entre otras calamidades.
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El diablo metió la cola
Asunción, Paraguay
En la Venezuela dominada por el “Socialismo del Siglo XXI” fabricaron una Constitución a la medida del conductor mesiánico; la diseñaron para Hugo Chávez, para sus proyectos personales, para su modelo ideológico agresivo y excluyente, resumido en su rudo grito de guerra “¡socialismo o muerte!”.
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