Coreanos defienden sus fideos instantáneos

SEÚL, Corea del Sur (AP) — A los coreanos les encantan los fideos instantáneos y por eso muchos han reaccionado con una actitud de rechazo o escepticismo a un estudio en Estados Unidos que los asocia con problemas para la salud.

Kim Min-koo asegura que «ningún estudio va a impedir que coma esto«, mientras vierte agua caliente a sus fideos en un comercio de Seúl. Y con los clásicos palillos se dedica al deleite de saborearlos.

«Este es el mejor momento: el primer bocado», afirmó Kim, editor de cine que los come cinco veces por semana. «Todo es perfecto: el sabor, el olor, la textura».

Los fideos ya cocinados, que se comen instantáneamente al verterles agua caliente, tienen un aire de ambiente estudiantil en Estados Unidos, pero para muchos asiáticos en general y surcoreanos en particular es una parte esencial de sus vidas. A eso se debe la reacción que causó un estudio en el Hospital Cardiovascular Baylor, en Estados Unidos, que asoció esos fideos instantáneos con algunos riesgos para la salud cardíaca.

El estudio ha herido orgullos y ha causado sentimientos de culpa, además de resistencia e inclusive protestas nacionalistas entre los surcoreanos, que comen más fideos instantáneos per cápita que en el resto del mundo. Muchos de los entrevistados, al igual que Kim, dijeron que los seguirán comiendo como siempre. Otros sugirieron técnicas que según asegura los mantiene saludables: consumir Omega-3, añadir vegetales, usar menos condimentos, evitar la sopa. Algunos restaron validez al informe porque el hospital está en un país que se muere por las hamburguesas.

La acalorada reacción se explica en parte por la presencia masiva de los fideos instantáneos, que para los surcoreanos suele significar la variedad «ramyeon», condimentada y salada, que cuesta menos de un dólar el paquete. Los recipientes desechables se ofrecen por doquier: cafés internet, bibliotecas, trenes.

Los surcoreanos de mayor edad suelen sentir nostalgia por los fideos instantáneos, que entraron en el mercado local en los años 60 cuando la nación empezaba a emerger de la pobreza y destrucción de la Guerra de Corea para llegar a ser en la actualidad la cuarta economía del Asia. Muchos recuerdan vívidamente haberlos probado por primera vez, y los surcoreanos, fuertes bebedores, los consideran ideales para mitigar los achaques y las consecuencias de las borracheras.

El estudio estadounidense se basó en encuestas surcoreanas de 2007-2009 a más de 10.700 adultos de 19 a 64 años, aproximadamente la mitad mujeres. Halló que la gente que consume una dieta rica en carnes, gaseosas y alimentos fritos y rápidos, inclusive fideos instantáneos, estaba asociada a un aumento en obesidad abdominal y en LDL, el colesterol negativo. Comer esos fideos más de dos veces por semana se vinculaba a una prevalencia mayor del síndrome metabólico —otro factor de riesgo cardíaco— en las mujeres.

El estudio plantea cuestiones importantes pero no puede demostrar que los fideos instantáneos sean los culpables exclusivamente, advirtió Alice Lichtenstein, directora del laboratorio de nutrición cardiovascular en la Universidad Tufts en Boston.

Han Seung-youn,  come fideos instantáneos en un restaurante de Seúl. (AP Photo/Ahn Young-joon)
Han Seung-youn, come fideos instantáneos en un restaurante de Seúl. (AP Photo/Ahn Young-joon)

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