Ante Morante y Roca Rey, Marcillo toma alternativa en Latacunga

Andrés Marcillo, en la Feria San Isidro Labrador, en Latacunga, el 5 de diciembre de 2019.

Con la presencia del español Morante de la Puebla, su padrino, y el peruano Andrés Roca Rey como testigo, el ecuatoriano Andrés Marcillo tomó este jueves la alternativa e indultó en la primera corrida de la Feria «San Isidro Labrador» de Latacunga..

Marcillo salió a hombros y por la puerta grande junto con Morante, que se llevó dos orejas, y Roca Rey, que se hizo con tres trofeos, en una tarde apoteósica y que lució un lleno hasta la bandera en la plaza de San Isidro Labrador, de Latacunga.

Se lidió un encierro de las ganaderías de Triana y Huagrahuasi, de procedencia Domecq, de buena hechura y que permitió el lucimiento.

Abrió la plaza el torero de la tierra ante un noble astado que permitió un buen juego con el capote, con verónicas de temple y chicuelinas artísticas, para luego cambiar los trates con Morante y el peruano de testigo.

La lidia de muleta fue buena, con tandas muy toreras y de gran técnica que generaron la ovación y el respaldo desde el tendido. Mató al segundo viaje y dio una vuelta al ruedo.

El segundo de la tarde fue para Morante, un toro de pocas cualidades y con el cual el diestro de Puebla del Río dio toda su entrega e intentó hasta el último momento ligar las mejores tandas, pero sólo consiguió una vuelta al ruedo.

Roca Rey estuvo variado con el tercero, toreó despacio con pases de gran técnica y tuvo un gran temple con la muleta, lo que le permitió acercarse al cuerpo del animal, actuación que fue aplaudida desde las gradas. Mató al segundo viaje y recibió una oreja.

Morante de la Puebla salió nuevamente al albero con el cuarto, un toro de muy lindas hechuras y con el cual el hispano liberó su genio torero, pues derrochó arte y romanticismo, con tandas llenas de transmisión con la muleta que emocionaron al público, aún más tras la estocada efectiva, premiada con dos orejas y la salida por la puerta grande al terminar la corrida.

Marcillo, en el quinto, dejó verse muy entregado ante el mejor toro de la tarde, al que le toreó despacio con la muleta, con remates elegantes, ante una ovación ensordecedora del respetable que exigió el indulto, petición que fue aceptada por la autoridad de la plaza que le premió con las dos orejas y el rabo simbólicos y, por consecuencia, también la puerta grande.

Roca Rey salió con entrega y el desafío de igualar a sus compañeros de cartel, tremendista y valiente, supo mimar a los tendidos con pases de muleta que acariciaban el hocico de un toro que humillaba bien y al que mató de una estocada certera que le valió para llevarse las dos orejas y la puerta grande.

Para el viernes, en la segunda de abono, actuarán los toreros españoles David Fandila «El Fandi«, Enrique Ponce y Miguel Ángel Perera. EFE

Más relacionadas