Una multitud abarrotó el desfile del diseñador chino Sean Suen, en la Semana de la Moda Masculina en París. Salvo algunas chaquetas con cuello mao, esta temporada el diseñador de Pekín, donde fundó su empresa en 2012, se alejó del mundo oriental en el que suele inspirarse para revisitar los códigos de la moda masculina tradicional.
El cuello de una camisa baila un vals en el aire, mientras las prendas se repiten hasta el infinito. Todo se divide en dos. La chaqueta de un traje típico se amplía en proporciones oversized, cerrándose en el lateral para revelar su doble.
Un abrigo chic de lana preciosa tiene una segunda capa en la parte delantera, hecha con su forro de satén. Una chaqueta con bolsillos de parche se mete dentro de un blusón, mientras que un duplicado cuelga del cuello de otra chaqueta. Incluso los pantalones tienen una cintura doble en trampantojo, mientras que el cinturón de una riñonera hace las veces de forro junto al cinturón «real» del pantalón.
Unos shorts de lana de punto grueso sobresalen de unos pantalones de cintura alta sujetos por unos tirantes y combinados con un chaleco. El perfecto look de abuelo, muy de moda en este momento. El joven creado por Sean Suen también jugó a ser rebelde con looks más atrevidos, llevando botas hasta los muslos con una minitúnica de punto que dejaba al descubierto los glúteos.
Pero finalmente, el traje de padre se impone, mucho más elegante, con conjuntos de corte impecable confeccionados con lanas finas, majestuosos capotes e insólitas corbatas caladas, mientras que el pelaje hace su aparición por varios lugares, en manguitos para las manos y bufandas boa.