Ryan Giggs, de la modelo a la cuñada

En cuestión de escándalos sexuales, tortuosos e inconfesables, Ryan Giggs es este año el campeón indiscutible, en esa reñida categoría, en la que suelen competir habitualmente algunas conocidas estrellas del fútbol británico. El último gol en saltos clandestinos de cama lo ha marcado el delantero del Manchester United en casa y en portería propia. Cuando no se han apagado los ecos de su aventura con una modelo y exconcursante del Gran Hermano, una nueva revelación ha convertido aquel episodio en una minucia. Giggs, de 37 años, se ha superado a sí mismo, manteniendo durante ocho años una aventura secreta con su cuñada. Natasha Giggs, de 28 años, y el jugador, comenzaron a verse clandestinamente en el 2003 y han seguido haciéndolo hasta abril de este año, según ha revelado la propia interesada.

Nastasha, que es agente inmobilidarias, conoció al futbolista en un bar de Manchester, cuando este ya esperaba el primer hijo de Stacey, quien se convertiría más tarde en su mujer y le daría un segundo vástago. Los encuentros secretos, en hoteles y pisos vacíos, a cargo de la inmobiliaria en la que ella trabaja, continuaron, a pesar del compromiso de Nastasha, dos años más tarde, con Rhodri, el hermano del jugador. Incluso después de la boda de la pareja, el pasado verano en Las Vegas, la relación prosiguió.

DOBLE TRAICIÓN
La ruptura llegó cuando comenzaron a circular los rumores de que Giggs tenía un lío con la televisiva Imogen Thomas. Natasha al saber del asunto, se sintió al parecer humillada. Ahora las dos mujeres comparten los lucrativos servicios del mejor relaciones públicas y negociador de exclusivas del imperio mediático británico, el veterano Max Clifford. «Sé que no estaba bien, pero Ryan era como una adicción. Nunca ha sido romántico, nunca me quiso. Todo era simplemente sexo», ha contado la libidinosa cuñada. Natasha también está dolida, porque a pesar de los millones, Giggs es un perfecto tacaño y era ella la que tenía que pagar consumiciones y copas.

El marido y hermano, doblemente traicionado, ha anunciado la ruptura de su matrimonio. El futbolista estaría tratando de salvar el suyo. Giggs dejó Manchester en un vuelo privado, para reunirse con su mujer y sus dos hijos, de vacaciones en el extranjero. Pero el culebrón probablemente no ha acabado.