Amplio triunfo de Cristina Fernández reta a la oposición a repensar estrategia

El amplio triunfo de la presidenta argentina, la peronista Cristina Fernández, en las inéditas primarias del domingo desafía a la oposición a repensar su estrategia con vistas a las elecciones generales de octubre.

Fernández, quien opta a renovar su mandato en las presidenciales, obtuvo el 50,07 % de los votos, casi 38 puntos porcentuales de ventaja sobre el radical Ricardo Alfonsín, al frente de una alianza con peronistas disidentes, quien alcanzó el 12,17 %, según el 96,8 % de las mesas escrutadas.

El expresidente Eduardo Duhalde (2002-2003), del peronismo disidente al Gobierno, le pisa los talones a Alfonsín con el 12,16 % de los votos, mientras que en cuarto lugar se ubicó el gobernador saliente de la provincia de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, con el 10,26 %.

Tanto Alfonsín como Duhalde optaron este lunes por el bajo perfil luego de los resultados cosechados en las primarias, celebradas por primera vez en el país con el fin de definir las listas de candidatos para cargos ejecutivos y legislativos en los comicios generales del próximo 23 de octubre.

En cambio, Fernández aprovechó para brindar una rueda de prensa en la sede del Gobierno en la que insistió en el «salto cualitativo institucional» que significaron las primarias, destacó la participación «récord» de un 77,82 % de los habitantes habilitados y consideró que su triunfo es «un reconocimiento a la gestión».

«No concibo ninguna campaña que no sea trabajando, sobre todo cuando uno tiene las más altas responsabilidades institucionales del país», señaló Fernández, quien destacó además su buena relación con los sindicatos y opinó que el Parlamento es el ámbito para dialogar con otras fuerzas políticas.

Fue «el vendaval Cristina», admitió hoy en declaraciones radiales el propio Binner, quien, sin embargo, se mostró «muy contento» por la cantidad de votos reunidos por el Frente Amplio Progresista que lidera.

Según Binner, el radicalismo «se ha equivocado» en su alianza con el candidato a gobernador bonaerense Francisco De Narváez, del peronismo disidente, quien obtuvo en el mayor distrito del país el 16,7 % de los votos, detrás del actual mandatario provincial, Daniel Scioli, quien reforzó su plataforma para lograr la reelección con el 50,24 % de los sufragios.

«No todo vale, no todo es lo mismo, no todo se compra ni se vende. Hay sumas que restan y hay restas que suman. Los ideales y las propuestas son las que tienen que guiarnos, y hay que tenerlas en cuenta a la hora de construir una propuesta creíble para la gente», evaluó Binner al cuestionar la alianza de Alfonsín.

Para el candidato a diputado Federico Pinedo, de la conservadora Propuesta Republicana (PRO), el triunfo de Fernández implica «un voto castigo importante a la oposición por no haber generado una alternativa realmente competitiva».

Precisamente, el líder de la opositora PRO, el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, llamó a la mandataria para felicitarle por su victoria, un gesto calificado como «muy bueno» por la jefa de Estado.

La oposición tiene por delante «una tarea de diálogo y apertura» para lograr «un cambio cualitativo» de cara a las elecciones generales, evaluó Pinedo.

Alfonsín y Duhalde reconocieron anoche la buena elección de Fernández, pero buscaron dirigir su discurso con miras a las elecciones de octubre, para las que sueñan con llegar a la segunda vuelta con la mandataria.

Los dos candidatos, que apostaban en estas primarias a «polarizar» la elección con Fernández, no barajan la posibilidad de ganar en primera vuelta, teniendo en cuenta que se requiere del 45 % de los votos o del 40 por ciento con 10 puntos de diferencia sobre el segundo más votado para lograr ese objetivo.

En tanto, los candidatos del oficialismo a cargos legislativos también se impusieron en la mayoría de las provincias, mientras que Fernández ganó en distritos claves que no habían resultado favorables al Gobierno en elecciones a gobernador, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

En estas primarias, implementadas por una reforma política de 2009, todas las fuerzas políticas debieron reunir el 1,5 % de los votos válidos para poder competir en las elecciones generales.

Este «piso» necesario hizo que los candidatos Alcira Argumedo, de Proyecto Sur; Darío Pastore, del Movimiento de Acción Vecinal, y José Bonacci, del Campo Popular, quedaran fuera de las elecciones presidenciales, en las que competirán siete postulantes. EFE

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