En uno de los despachos de los magistrados de la Segunda Sala Penal de la Corte de Guayas aún estaba el conjuez Eduardo Guerrero Mórtola la mañana de ayer. A las 10:00 fue notificado de la resolución del Consejo de la Judicatura Transitorio, que lo suspendió en el cargo durante 30 días.
Él es uno de los tres jueces que integra la Segunda Sala que recibió la apelación a la sentencia en la querella del presidente Rafael Correa contra El Universo, tres de sus directivos y el ex editor de Opinión, Emilio Palacio.
Al ser interrogado si cree que su suspensión está relacionada con esa demanda del Presidente al medio, respondió que prefiere no sacar “conclusiones”.
El magistrado explicó que lo suspendieron porque supuestamente no había fundamentado debidamente una sentencia en otro caso. Y que pedirá la revocatoria de su suspensión a la Judicatura transitoria, que es presidida por un delegado de Correa.
La queja, que dio paso a la suspensión de Guerrero, fue por un dictamen de la Sala, el 6 de mayo del 2010. Era la demanda por injurias que entabló Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, contra Eduardo Granizo, presidente del club Olmedo de Riobamba.
Para llenar la vacante del juez Guerrero, en la tarde de ayer se realizó el sorteo del nuevo integrante de la Segunda Sala Penal. El sustituto favorecido para conocer la causa fue Stevie Gamboa Balladares, que era parte del banco de conjueces elegibles.
El nuevo conjuez llega a la Sala luego de que se fijara para el 25 de agosto, a las 09:00, la audiencia de apelación en la querella del Presidente al rotativo.
Esa fecha no fue del agrado del presidente Correa. De hecho, ayer, sus abogados Alembert y Gutemberg Vera, pidieron que se aplazara la audiencia. Su argumento es que la fecha coincide con el retorno del Presidente de sus vacaciones en Bélgica.
“Esperamos que acepten la solicitud porque él (Rafael Correa) quiere estar en esta audiencia y como parte procesal tiene el derecho a asistir”, dijo Alembert Vera.
Asimismo, la parte acusadora pidió que se cambiara el sitio de la audiencia. La diligencia está programada para la sala de audiencias Doctor Tomas Valdivieso Alba, en el sexto piso de la Corte de Justicia del Guayas.
Empero, la defensa del Presidente pidió que la audiencia fuese trasladada al auditorio del Consejo de la Judicatura de Guayas, junto a la Corte provincial. En ese lugar fue la audiencia de primera instancia, el 19 de julio, cuando fue sentenciado El Universo, sus directivos y Emilio Palacio.
Según Alembert Vera, el cambio de lugar permitirá tener mayor “comodidad y seguridad”. En la audiencia de estrados, las partes deberán argumentar los recursos de apelación y nulidad a la sentencia del juez Juan Paredes.
La Sala deberá resolver los recursos de nulidad y apelación a la sentencia, en la que se condenó a Palacio y a los directivos del diario a tres años de prisión y al pago de una indemnización de USD 40 millones para el Jefe de Estado.
Según la notificación de la fecha de la audiencia en el caso, “no podrán realizarse grabaciones de video de la diligencia”. De ahí que la prensa no tendrá acceso.
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Más plantones en Quito y Guayaquil
Redacciones Política y Guayaquil
Quito y Guayaquil fueron escenario de nuevas manifestaciones a favor de la libertad de expresión.
A pesar del vendaval que castigó ayer en la capital, el grupo de los ‘cabreados’ se dieron cita en la Tribuna de los Shyris , para manifestarse en defensa de la libertad de prensa y expresión. El frío no fue un impedimento para que los ciudadanos se reunieran a expresar su rechazo a medidas como el juicio a El Universo.
Preparada para el frío y la lluvia, Noemí Campaña gritaba y alentaba con energía. Esta ciudadana ha participado de estas protestas desde que se suspendió la transmisión de Teleamazonas, en 2009. Ella asegura que «continuará protestando las veces que sea necesario para defender la libertad de prensa y expresión, para dejar una nación libre» a su descendencia. Esta fue la cuarta ocasión que se convoca este grupo de manifestantes, que fue saludado por los conductores con el toque de sus bocinas.
En Guayaquil el plantón también tuvo fuerza. «Yo apoyo a la libertad de expresión» y «yo apoyo a diario El Universo» decía en los adhesivos que entregaban trabajadores del rotativo a los conductores que pasaban por la 9 de Octubre desde las 17:00 de ayer.
La plaza Vicente Rocafuerte, en la 9 de Octubre y Pedro Carbo, se pintó de negro y blanco por el color de las camisetas de los manifestantes. El balde de una camioneta sirvió de tarima. Desde allí José Gálvez, secretario del Comité de Empresa de El Universo, gritaba: «No nos callan y no nos callarán», en referencia a la querella del Presidente.
Los manifestantes que se animaban a dar un discurso podían subir a la tarima y expresarse.
Entre la audiencia había periodistas, personal administrativo, ‘canillitas’ y lectores de El Universo. «Si me quedo sin trabajo usted mantiene a mi familia con los USD 40 millones», estaba escrito en un cartel que llevaba Miguel Carpio. El ciudadano trabaja para uno de los empleados del rotativo, por eso su apoyo en el plantón. «Si mi jefe se queda sin sueldo yo también», dijo.
A unos pasos, el ‘canillita’ Carlos Guevara hacia sonar un pito. El hombre mantiene a sus dos hijos con lo que gana a diario con la venta de los periódicos y un empleo de guardián. «El Presidente debería buscar a los criminales, meter presos a los violadores y no a los que vienen a decir la verdad», expresó.
Fuente: El Comercio
ya caben con esa farsa. declaren de una buena vez la culpabilidad de Palacio y el Universo. se estan haciendo los pendejos para hacer parecer todo como legal. no se dan cuenta que no somos ningunos estúpidos para saber, porque se saca a un juez y se pone otro a gusto y medida de sus conveniencias. cobardes mamarrachos, que no son capaces como los HOMBRES DE BIEN de hacer las cosas con transparencia. saquen sus cochinas manos de alli y dejen que trabajen los jueces sin interferencias.
Apoyo estos plantones más que nunca, ya no hay nada que ocultar, las actitudes contra los que pensamos diferente son como los de un delincuente; nuestra honra es invaluable, hay que saberla ganar, no a base de juicios millonarios como el «Sicario de Lengua».