Nueva York y Nueva Jersey declaran estado de emergencia ante llegada de ‘Irene’

La proximidad a la costa este de EE.UU. del huracán ‘Irene’, que se espera toque tierra el fin de semana en Carolina del Norte, llevó hoy a las autoridades de Nueva York y Nueva Jersey a declarar el estado de emergencia y prepararse «para lo peor» ante la llegada de la tormenta que ahora está en Bahamas.

Así lo decretaron los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo, y de Nueva Jersey, Chris Christie, mientras que el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg, dijo: «esperamos lo mejor pero nos preparamos para lo peor».

Cuomo pidió a los neoyorquinos que se preparen para «cualquier situación causada por el huracán» y «cooperen con los servicios de emergencia si es necesario».

«Trabajando juntos, seremos capaces de enfrentarnos a esta tormenta con calma y de forma organizada», indicó en un comunicado.

«Estamos en contacto con las autoridades federales y locales para vigilar el temporal y planear una respuesta coordinada, y despacharemos los recursos que sean necesarios en las áreas que esperamos que van a ser impactadas», añadió el gobernador.

Por su parte, el gobernador Christie instó a los residentes de las islas de la costa de Nueva Jersey a evacuar la zona de forma voluntaria, sin descartar tener que ordenarlo por decreto.

«Si al final resulta ser menos, entonces podremos dar las gracias a nuestra estrella de la suerte, pero en estos momentos se trata de un problema serio y tenemos que afrontarlo como tal», indicó.

En la ciudad de Nueva York, el alcalde anunció en rueda de prensa los planes de la ciudad ante la llegada inminente de «Irene».

Bloomberg, quien recordó que esta misma semana los neoyorquinos ya comprobaron «el poder de la Madre Naturaleza» tras el terremoto de 5,8 grados de magnitud que se sintió el martes en la ciudad, dijo hoy que si llegara a empeorar la situación estaría facultado para ordenar una evacuación obligatoria que afectaría a 270.000 vecinos.

El alcalde indicó que lo ideal sería «recomendar» a la gente que abandonen voluntariamente zonas costeras de Brooklyn y Queens, una decisión que no se tomará hasta el viernes por la tarde, y cuando le preguntaron qué ocurriría si se negasen a evacuar, el regidor advirtió que «podrían morir».

Nueva York tomará medidas preventivas para atenuar los posibles efectos del huracán, que se espera para el domingo en la ciudad, y aumentarán el límite de los generadores eléctricos y reforzarán los drenajes ya que hay riesgo de inundaciones en Battery Park al sur de Manhattan, South Beach y otras áreas de Staten Island.

El senador estatal José Peralta, del condado de Queens, y el concejal Ydanis Rodríguez, de Manhattan, hicieron hoy un llamamiento a las comunidades que representan para que se preparen con comida, agua y equipos de primeros auxilios, y que estén atentos a los informes de la Oficina para el Manejo de Emergencias de la ciudad.

Recordaron así la importancia de tener linternas, pilas, radios que operen sin electricidad, productos de aseo personal, medicinas y alimentos para niños, así como un plan de evacuación para la familia en caso de necesidad. Rodríguez dijo también que habrá tres refugios en caso de emergencia en la comunidad que representa.

«Aunque se espera que ‘Irene’ nos golpee como una tormenta de categoría uno, y que no cause daños de consideración, debemos estar preparados», indicó el concejal, quien hizo un llamado a su comunidad para que brinden ayuda a familiares y vecinos que lo necesiten durante la emergencia.

‘Irene’, el primer huracán de la temporada de ciclones del Atlántico, ya ha dejado a su paso por el Caribe dos muertos en Haití, tres en la República Dominicana y otro en San Juan (Puerto Rico).

El ojo del la tormenta estaba a las 15h00 GMT a 115 kilómetros al noreste de Nassau (Bahamas) y 1.040 kilómetros al sur de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte (EE.UU.).

Se trata del primer ciclón que amenaza seriamente al país desde que «Ike» impactó en Texas en 2008, aunque la peor tragedia causada por un huracán en la historia estadounidense se remonta a agosto de 2005, cuando el «Katrina» anegó Nueva Orleans y dejó como resultado 1.800 personas muertas, 180.000 casas y edificios destruidos y daños materiales valorados en más de 75.000 millones de dólares. EFE

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