Del «rey ciudadano» al «ciudadano presidente»

Por Andrés López Rivera

Luis Felipe I de Francia, con el título de “Rey de los franceses” (y ya no “Rey de Francia”) instauró un gobierno de “democracia moderada” y fue bautizado el “rey ciudadano”. Las esperanzas que esta “Monarquía de Julio” suscitó en los apodados enfants du siècle (artistas románticos, liberales y republicanos que llevaban consigo la nostalgia de la Revolución y del Imperio) se vieron pronto frustradas. El furor optimista que es patente en las obras y declaraciones de artistas de la talla de Hugo, Delacroix, Chateaubriand o Lamartine, fue en seguida reemplazado por una profunda decepción (véase, por ejemplo, la discusión que Raphaël de Valentin, célebre personaje de La Peau de chagrin de Balzac, sostiene con sus contertulios al atravesar el Pont-des-Arts). Es que el “rey ciudadano” no fue tal. Las consecuencias son bien conocidas: la Revolución de 1848 y la instauración de la Segunda República Francesa.

La terminología utilizada en aquel entonces ha sido hoy retomada por uno que otro líder que se hace llamar “ciudadano presidente”. Se ha reemplazado el término “rey” por el de “presidente” y se ha invertido el orden de las palabras a fin de dar más relevancia a la noción de “ciudadano”. El así llamado “ciudadano presidente” aspira a ser un ciudadano común y corriente a la vez que ejerce sus potestades en calidad de jefe de Estado (en el cual, en ciertos casos, podríamos incluir todos los poderes del mismo).

Créanlo o no, en ciertos países donde la terminología no se usa, el concepto se aplica. Tómense como ejemplo las democracias escandinavas. En Noruega, los ministros no disponen de auto oficial propio, sino que utilizan el transporte público o se desplazan a pie, y solamente de ser indispensable, utilizan uno de la pequeña flota que comparten entre ellos. Fue así que hace unos cuantos meses la juez franco-noruega Eva Joly casi acaba con su propia carrera política al tomar un taxi, a expensas del denario público, cuando hubiese fácilmente podido trasladarse a pie.

A la inversa, en nuestros países la terminología se usa pero el concepto no se aplica: la denominación se emplea estratégica y publicitariamente. En efecto, el denario público, así como los medios de comunicación, parecen encontrarse a disposición de los mandatarios. Se da así el caso, en nuestros países, de que un presidente se otorga la facultad de utilizar una cadena nacional para auspiciar sus propias causas, en las que está envuelto en calidad de ciudadano. El riesgo es evidente. En lugar de instaurar una democracia participativa, se instaura, a la imagen y semejanza del rey ciudadano, una “democracia moderada”. Las consecuencias son aún desconocidas: la decepción ha mermado las mayorías pero no las ha disuelto por completo. ¿Habrá que esperar, como en el caso francés, una Revolución y una Nueva República?

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8 Comments

  1. El «ciudadano común» que demandó a El Universo y a Emilio Palacio´, utilizó dineros del Estado para las cadenas nacionales en contra de los demandados; entonces de allí pasó a «ciudadano Presidente.» Cuando fué el pasado 19 de Julio a la audiencia judicial, estuvo en vehículo de la presidencia, con escoltas, guardias de seguridad, y seguidores; entonces se supone que estuvo de «ciudadano Presidente».
    Curiosa metamorfósis : de «ciudadano común», a «ciudadano Presidente», a tal vez ¿¿ «Rey Ciudadano ??
    Y nosotros los ciudadanos, que nos hemos metamorfoseado en «súbditos», nos preguntamos : si en el juicio a El Universo, y a Emilio Palacio, se usaron fondos y bienes públicos por parte del «ciudadano demandante», ¿¿ por qué no se han pronunciado Contraloría y Fiscalía, en contra de este mal uso de recursos públicos ??

  2. imagínense que el ciudadano común (Rafael Correa) para presentarse en audiencia, lleva de escolta a una veintena de militares armados como para derrocar a Gadaffi. le hacen una calle de honor, lleva un montón de borregos lanza huevos, los que les gusta a los del circulo rosa. SI FUERA UN SIMPLE CIUDADANO TODAVIA ESTUVIERA ESPERANDO QUE AL JUEZ LE DE LA GANA DE TRATAR SU CAUSA O QUE TENGA QUE PASARLE UN BILLETE PARA QUE EL TRAMITE NO DUERMA EL SUEÑO DE LAS MAS DE MILES DE CAUSAS QUE DUERMEN EN EL LIMBO. Y TODO POR SER UNOS SIMPLE CIUDADANOS. 

  3. jajajajaja «ciudadano presidente», en otras palabras ciudadano cualquiera y monarca, perdon, presidente todopoderoso al mismo tiempo, que estupidez, solo un idiota podria creer tal cosa, no recuerdo haber visto en la audiencia por injurias al ciudadano comun Rafael Correa contra E.P. y directivos de El Universo, lo que yo recuerdo fue al PRESIDENTE Rafael Correa (recargado con todos los poderes habidos y por haber y haciendo uso de ellos) contra E.P. y los directivos de El Universo, asi que «ciudadano presidente» mis polainas.

  4. jajajajaja «ciudadano presidente», en otras palabras ciudadano cualquiera y monarca, perdon, presidente todopoderoso al mismo tiempo, que estupidez, solo un idiota podria creer tal cosa, no recuerdo haber visto en la audiencia por injurias al ciudadano comun Rafael Correa contra E.P. y directivos de El Universo, lo que yo recuerdo fue al PRESIDENTE Rafael Correa (recargado con todos los poderes habidos y por haber y haciendo uso de ellos) contra E.P. y los directivos de El Universo, asi que «ciudadano presidente» mis polainas.

  5. En la televisión fue presidente ejerciendo sus derechos de ciudadano, las cadenas se volvieron ciudadano presidente, ¡BAH! no tiene sentido porque al final solo los altos funcionarios salen beneficiados; el resto de nosotros son solamente sueños de princesa para los jueces.
    Los jueces se durmieron, hasta que llegó el príncipe verde (pero del moho por sus constantes insultos), salió de su caballo hediondo de maquinaria estatal y mordió el labio del juez Juan Paredes (tal como lo hace el círculo rosa) y al pueblo indignación causó.

  6. En la televisión fue presidente ejerciendo sus derechos de ciudadano, las cadenas se volvieron ciudadano presidente, ¡BAH! no tiene sentido porque al final solo los altos funcionarios salen beneficiados; el resto de nosotros son solamente sueños de princesa para los jueces.
    Los jueces se durmieron, hasta que llegó el príncipe verde (pero del moho por sus constantes insultos), salió de su caballo hediondo de maquinaria estatal y mordió el labio del juez Juan Paredes (tal como lo hace el círculo rosa) y al pueblo indignación causó.

  7. En la televisión fue presidente ejerciendo sus derechos de ciudadano, las cadenas se volvieron ciudadano presidente, ¡BAH! no tiene sentido porque al final solo los altos funcionarios salen beneficiados; el resto de nosotros son solamente sueños de princesa para los jueces.
    Los jueces se durmieron, hasta que llegó el príncipe verde (pero del moho por sus constantes insultos), salió de su caballo hediondo de maquinaria estatal y mordió el labio del juez Juan Paredes (tal como lo hace el círculo rosa) y al pueblo indignación causó.

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