Opinión

Chifladura sin límite

Por Eduardo Carmigniani

Que el proyecto de ley antimonopolios sea devuelto con el melindre de que en una de sus partes dice que será ley «especial» y que esa categoría es inexistente, es inadmisible. Primero, porque sí fue presentado como de ley orgánica, categoría admitida en la Constitución, lo que no impide que también sea especial. Segundo, porque si molestaba lo de «especial» -que solo consta donde dice que por ser «orgánica y especial» prevalecerá sobre otras leyes-, se lo podía borrar en los debates. Y tercero, porque siendo un proyecto urgente, el Ejecutivo puede no admitir la «devolución» y a los treinta días promulgarlo considerándolo aceptado tácitamente; esto último, por la apretada mayoría oficialista en el Legislativo, baña al tema con inocultable perfume a maniobra.

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