«Fausto», del director ruso Aleksander Sokurov, una nueva vuelta de tuerca de la leyenda alemana sobre la búsqueda de la sabiduría a toda costa, obtuvo el sábado el León de Oro en el Festival de Venecia.
Densa y difícil de ver, «Fausto» era una de las preferidas de los críticos entre las 23 películas que compitieron por el codiciado galardón pese a su complejidad.
En una conferencia de prensa posterior a la premiación, Sokurov hizo una petición a los gobiernos para seguir apoyando las actividades culturales con fondos del Estado.
«¡La cultura no es un lujo! Es la base para el desarrollo de la sociedad», dijo Sokurov, quien añadió que incluso había planteado el asunto al primer ministro ruso Vladimir Putin en una llamada telefónica justo después de recibir el galardón.
«Y por lo tanto, hago la misma petición al ministro italiano de cultura, ¡gracias por existir! Insista con todos los métodos que tiene para preservar la cultura».
El jurado fue presidido por Darren Aronofsky, cuyo «Black Swan» (El cisne negro) inauguró el festival el año pasado.
La cinta es el capítulo final de la tetralogía de Sokurov sobre la relación entre el ser humano y el poder que comenzó con «Moloch» en 1999 sobre Hitler, «Taurus» un año después sobre Lenin, y «The Sun» en el 2005 sobre el emperador japonés Hirohito.
Michael Fassbender obtuvo el premio al mejor actor por su papel de un adicto al sexo en «Shame» de Steve McQueen, en tanto el de mejor actriz fue para Deanie Yip, quien interpreta a una anciana sirvienta en «A Simple Life», de Ann Hui.