Fantasmas alfabetizados

Por Vicente Albornoz

En agosto de 2006, el Prefecto de Pichincha declaró que el cantón Los Bancos estaba libre de analfabetismo. Por desgracia estaba completamente equivocado. Los datos del último censo lo demuestran.

También iban a estar equivocadas “declaraciones” similares en Puerto Quito (julio 2007), Pedro Vicente Maldonado (diciembre 2007), Machachi (julio 2008), Tabacundo (noviembre 2008) y Cayambe (noviembre 2008) porque todos esos cantones, a pesar de haber sido declarados “territorios libres de analfabetismo” tienen, según el censo 2010, tasas muy superiores al 3% de analfabetos (lo que las Naciones Unidas consideran como el tope máximo para poder hacer una declaración de ese estilo).

La triste realidad es que Cayambe, a pesar de la lírica declaración de “liberación”, tenía, al momento del censo de 2010, un analfabetismo de 11%, Tabacundo y Puerto Quito superaban el 10% y Pedro Vicente Maldonado, San Miguel De Los Bancos y Machachi superaban el 7% (siempre midiendo el analfabetismo en los mayores de 15 años).

En realidad solo Quito y Sangolquí tienen, con las justas, un nivel de analfabetismo lo suficientemente bajo como para declararlos libres de esa característica (3.0% y 2,9%, respectivamente).

El 13 de diciembre de 2008, en la histórica Plaza de San Francisco, el Prefecto de Pichincha declaró toda la provincia como “libre de analfabetismo”. También estaba equivocado, pues la tasa está en 4%.

Según el Diario Hoy, el Prefecto llegó a decir que “después de 200 años estamos ahora haciendo una acción libertaria, sacar de la oscuridad y darles la luz de las letras a 30 mil ecuatorianos”. Innecesario resaltar que estaba equivocado.

Pero no solo que estaban equivocadas las declaraciones, sino que el avance contra el analfabetismo ha sido escaso en los últimos 9 años. Por ejemplo, Cayambe tenía en 2001 una tasa de analfabetismo de 15%, lo que quiere decir que ha caído 4 puntos en 9 años. Mientras tanto, en 1990, era 27%, lo que quiere decir que en 11 años cayó 12 puntos. En otras palabras, bajó más cuando no había líricas declaraciones “libertarias”.

El texto de Vicente Albornoz, publicado originalmente en El Comercio, ha sido reproducido con autorización de su autor.

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