Sabina se sintió como en su casa en NY

NUEVA YORK (AP) — Tuvieron que pasar más de tres décadas para que Joaquín Sabina pudiera cantarle a un público que no tuvo empacho en hacer suyas esas musas que han recorrido el mundo.

Y si Sabina mantuvo la promesa de no hacer la revolución en su vista a Nueva York, sus canciones sacudieron las estructuras del Hammerstein Ballroom, que lució un lleno aceptable y en donde los asistente corearon una a una de sus canciones sin parar.

El cantautor español comenzó su concierto con temas de sus más recientes producciones y para ese momento el público ya estaba emocionado.

Fue el primero de tres conciertos que Sabina daría a su paso por Estados Unidos. Los Angeles y Miami también lo recibirán.

En el del domingo, Sabina mostró humildad al agradecer el apoyo del público.

«Saludos amigos neoyorquinos. No ha sido fácil llegar aquí, ha pasado mucho tiempo pero al fin estoy aquí, muy emocionado. Gracias Nueva York por esperar tanto tiempo», dijo Sabina.

Y con el tema «Medias negras», expresó su sorpresa y admiración por la gran cantidad de seguidores que tiene en este país.

«No esperaba tanto de este lugar. Realmente me siento halagado que en vez de que ustedes fuera a Wall Street a ver a los indignados, prefirieran venir a ver a este indignado», dijo el músico.

Ya para ese momento el Hammerstein Ballroom estaba a los pies de Sabina, en tanto que las banderas mexicanas, españolas, ecuatorianas, uruguayas y argentinas comenzaron a adornar el auditorio y hacer del espectáculo una fiesta latinoamericana.

Sabina tuvo un momento para recordar a la legendaria cantante de México Chavela Vargas, a quien consideró su mejor «cuata» y de quien dijo tener muchos recuerdos.

A ella le dedicó «El bulevar de los sueños rotos», misma que fue acompañada por la mayoría de los asistentes.

Desde melodías con estilos de rock y sus clásicos «19 días y 500 noches», «Y nos dieron las 10», los asistentes disfrutaron durante casi tres horas de un inolvidable concierto.

Cuando Sabina y su banda se retiraron del escenario, el público, como es costumbre, los trajo de regreso a gritos de «Otra, otra» para darles una ovación.

Sabina concluyó con «Morirme contigo si me matas», «Pirata cojo» y «Pastillas para no sonar», que desataron la euforia de unos seguidores que no cesaron de acompañarlo en sus canciones de inicio a fin.

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