Libios hacen cola para ver el cadáver de Gadafi

El gobierno de transición declarará oficialmente la liberación de Libia el domingo, informó el sábado un portavoz militar, una acción que arrancará la cuenta regresiva hacia elecciones después de meses de derramamiento de sangre que culminaron con la muerte del dictador Moamar Gadafi.

Entretanto, hombres, mujeres y niños hacían fila para ver el cadáver ensangrentado de Gadafi, expuesto en el frigorífico de un centro comercial en Misrata, y tomarse fotografías con él. Todo son sonrisas. Algunos gritaban a coro «queremos ver al perro». Los uniformados no permiten detenerse a nadie en la cámara frigorífica donde reposa el cuerpo del tirano porque algunos lo han pisoteado. El odio remite un ápice ante la inminencia de lo que constituye un acontecimiento histórico para los libios, algunos venidos de otras ciudades, que quieren ver sus propios ojos que Gadafi nunca podrá amenazarles otra vez. Algunos hombres cargan con sus hijos pequeños a cuestas porque quieren que graben en su memoria el rostro de quien tanto les hizo sufrir. “Pregunta a quien quieras. Todos queríamos que lo mataran”, advierte Hakim al Misrati, enfermero de 44 años. A su lado, el estudiante Jaled tiene otros temores: “Pudiera ser que un abogado consiguiera una condena breve o que el dictador pudiera pasar el resto de sus días en buenas condiciones en una prisión”.

La victoria de los revolucionarios quedó empañada por las interrogantes sobre la muerte de Gadafi tras aparecer varias imágenes según las cuales estaba vivo en el momento de su captura, siendo insultado y golpeado por sus captores.

La declaración de liberación, largamente esperada, ocurrirá más de dos meses después de que las fuerzas revolucionarias tomaron el control de Trípoli y la mayor parte de la nación rica en petróleo del norte de Africa. La liberación quedó pendiente por la feroz resistencia de los gadafistas en su ciudad natal de Sirte, así como en la ciudad de Walid Bani y algunos bolsones en el sur del país.

Sirte fue el último bastión que cayó. Los rebeldes han anunciado la captura del Saif al Islam Gadafi, el hijo del tirano y heredero de la satrapía. Pero otros informes dicen que ha escapado. No obstante, el gobernante Consejo Nacional de Transición seguirá adelante con su plan de transformar el país en una democracia tras cuatro décadas de régimen personalista.

Las autoridades del Consejo Nacional de Transición habían dicho que el anuncio se haría el sábado en la ciudad de Bengasi, en la región este del país, donde inició la revolución, pero el vocero Abdel-Rahman Busin informó que los preparativos estarán listos para una ceremonia el domingo. No dio la razón del retraso.

El liderazgo de transición dijo que declarará un nuevo gobierno interino antes de un mes de la liberación y que convocará elecciones a una asamblea constituyente antes de ocho meses, para organizar luego los comicios parlamentarios y presidenciales un año después.

El primer ministro en funciones Mahmud Yibril, quien anunció que piensa dimitir tras la liberación, dijo el sábado que el gobierno interino «debería durar hasta las primeras elecciones presidenciales».

Yibril agregó que el pueblo libio debe recordar la agonía del pasado y elegir un sendero diferente en el futuro. Añadió que se sentía «aliviado» con la caída de Gadafi. «Un gran momento en mi vida», dijo.

El cadáver ensangrentado de Gadafi fue puesto en exhibición en el frigorífico de un centro comercial en Misrata mientras que las nuevas autoridades discuten dónde darle sepultura. Los residentes hacían filas largas para ver el cadáver de Gadafi, que fue tendido en un colchón en el suelo de un frigorífico para verduras que fue vaciado ex profeso.

Los combatientes antigadafistas de Misrata —ciudad a la que las fuerzas del régimen impusieron un sitio brutal durante la guerra civil— al parecer reclaman la posesión del cuerpo del dictador, hecho que ha demorado la inhumación, que estaba prevista para el viernes.

Fathi Bashagha, portavoz del consejo militar de Misrata, dijo que el sábado se decidirá la suerte del cadáver, pero descartó una autopsia completa a menos que la exija un comité internacional o el gobierno de transición. «Al momento no hay peticiones en ese sentido», apuntó.

Al menos cuatro grupos de médicos examinaron el cadáver y determinaron que la causa de la muerte de Gadafi fue un disparo en la cabeza y otro en el estómago, dijo Bashagha. «En lo que a nosotros se refiere en Misrata, los médicos revisaron el cadáver y determinaron la manera en la que murió Gadafi. Por ende, no es necesario cortar el cuerpo», afirmó.

El sitio sangriento impuesto a Misrata durante la sublevación profundizó el odio de los lugareños hacia Gadafi, un odio mezclado con orgullo debido a que fue capturado y ejecutado por combatientes de la tercera ciudad más grande en Libia, 200 kilómetros (125 millas) al sureste de Trípoli.

El cadáver al parecer había sido guardado en el frigorífico en un intento para mantenerlo fuera de la vista pública, pero una vez que se conoció donde se encontraba, los planes cambiaron ante el deseo enorme de los lugareños para ver muerto al hombre que más despreciaban.

Los guardias del lugar incluso organizaron momentos separados de visitas para familias e individuos solos. Gadafi tenía 69 años.

El cadáver de Gadafi está desnudo hasta la cintura, con el torso y brazos salpicados con sangre seca. Eran visibles heridas de bala en el pecho, el abdomen y cerca de la sien. A su izquierda, el jefe de su ejército, Abu Baker Yunes Jaber; y a la izquierda de este Mutasim, hijo del tirano y detestado como pocos por su papel en la eterna represión que se sufrió durante el régimen defenestrado. Nadie quería verlos detenidos. Retumba el “Dios es grande” en la sala frigorífica que gritan quienes no querían perderse algo que habían esperado ver durante años: el dictador muerto.

Porque resulta imposible encontrar a una sola persona que prefiriera un juicio al dictador. No les importa nada si fue asesinado a sangre fría. “No había otra opción. Mejor la muerte que el juicio”, explica Hasan al Osta, un economista que saluda a un joven menudo de 26 años, estudiante de religión islámica. Se llama Ismail Abdula Shanab. Y es uno de los héroes de la procesión masculina. “Yo estaba en el grupo que encontró al general Yunes Jaber en Sirte. Me metí en la tubería donde se escondía y le disparé. Creo que yo le maté”, comenta sonriente, como todos los visitantes de la morgue improvisada.

Los sobrevivientes de la familia de Gadafi, la mayoría de los cuales se encuentran en Argelia y otras naciones africanas próximas, emitieron el sábado una declaración en la que demandan una pesquisa en torno a cómo ocurrieron las muertes del dictador y Muatassim.

En la declaración emitida por la estación Al-Rai TV, favorable a Gadafi y con sede en Siria, la familia solicitó a la comunidad internacional que exija al Consejo Nacional de Transición la entrega de los cadáveres del ex dictador y su hijo a la tribu a la que pertenecían.

Con información de AP.

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5 Comments

  1. Si en algo ha acertado el Presidente Correa -viendo las fotografías de la muerte del ex dictador Gadafi-, es en haber anticipado, dos años antes de su asesinato, que «Gadafi era una figura maltrada». Y vaya si no ha tenido razón Correa…!

  2. Si en algo ha acertado el Presidente Correa -viendo las fotografías de la muerte del ex dictador Gadafi-, es en haber anticipado, dos años antes de su asesinato, que «Gadafi era una figura maltrada». Y vaya si no ha tenido razón Correa…!

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