Mes: noviembre 2011
Artistas rinden homenaje a Shakira como Persona del Año
Taylor Swift y The Band Perry se imponen en los premios CMA
La máquina de guerra
En su último libro, Eduardo Pizarro Leongomez define a la guerrilla campesina que surgió en Colombia a mediados del siglo pasado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como «La máquina de guerra». El título alude a la transformación de este grupo armado de orientación marxista leninista estalinista en una compleja organización militar sin ideología que cuenta entre sus estrategias de lucha con el secuestro, la extorsión, el narcotráfico y el terror, dirigida por una junta de siete miembros (Politburó) y con una cabeza visible, el Secretario General.
The end
@andrescardenasm
Hace tres años el feriado de difuntos lo pasé con Rodrigo: mal futbolista pero profesor de brillante memoria. Hoy su cuerpo está enterrado en el cementerio general de Santiago. Murieron esos amigos con los que viví en Tailandia, murieron mis tías de cáncer, murió Dios asesinado en su intento por ser hombre, víctima de una injusticia de la autoridad, murió Steve Jobs que había creado iTodo y era el paradigma de hombre exitoso, murió mi hermano menor antes de que nadie pueda besarlo, murió Sabato, murió Salinger. Mueren todos. No hay nada que hacer. Nada.
El arte pop es la estrella en subasta de Christies
Elecciones viciadas, resultado inaceptable
Managua, 7 de noviembre de 2011
Las elecciones realizadas ayer bajo la conducción del FSLN por medio de los magistrados de facto del Consejo Supremo Electoral (CSE) estuvieron tan plagadas de arbitrariedades y atropellos, de vicios legales y actos fraudulentos, que es imposible que puedan ser reconocidos como válidos por la ciudadanía democrática y certificados como justos y transparentes por la observación electoral independiente, nacional y extranjera.
Cuatro muertos por represión post electoral en Nicaragua
La paja en ojo ajeno
“Los están sacando sin compasión, como si fueran enfermos que están contagiando la peste”, me dijo por teléfono, con voz baja y temblorosa, una señora que me pidió que no la identificara “porque me da miedo que me pase lo mismo”. La llamada provenía de una institución del Estado donde, por orden presidencial, estaba siendo forzada la salida inmediata de decenas de empleados que, aunque reciban una compensación y hasta puedan jubilarse, están quedando en la desolación, la incertidumbre y el olvido. “La mayoría salen llorando –agregó la asustada señora-. Están angustiados, desesperados”.
