«Monseñor Arregui está en muy buenas condiciones, hoy alta sin problemas y en tratamiento de rehabilitación en casa», escribió en su cuenta de la red social Twitter Edgar Lama, el médico que estuvo a cargo de la cirugía a corazón abierto y de la posterior rehabilitación del prelado y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
El arzobispo Antonio Arregui, de 72 años de edad, ingresó en la madrugada del pasado 17 de noviembre en la clínica Kennedy del Policentro, por unas molestias que había sentido.
Ahí, sin embargo, a las pocas horas de ingresado sufrió un infarto múltiple, producto del estrés y el intenso trabajo que realizaba, según adelantó en ese entonces el párroco Francisco Sojos.
El 18 de noviembre un grupo de cuatro cirujanos le practicaron cuatro bypass coronarios, en una operación que demoró más de cuatro horas, en medio de muestras de solidaridad de los feligreses en todo el país.
Luego de lo cual fue trasladado al área de cuidados intensivos y después a una sala de recuperación, en donde permaneció hasta las 09:00 de hoy, cuando fue dado de alta, según confirmó su hermana Maribel.
El arzobispo deberá someterse a un tratamiento de rehabilitación en su casa hasta su recuperación total antes de volver a sus tareas normales.