Muere Vaclav Havel

Vaclav Havel, el dramaturgo disidente que trajo el teatro a la política para derribar por la vía pacífica al régimen comunista en Checoslovaquia y se convirtió en un héroe de la lucha épica que acabó con la Guerra Fría, falleció. Tenía 75 años.

Su asistente Sabina Dancecova dijo que Havel falleció el domingo por la mañana en su casa de descanso en el norte de la República Checa.

Havel fue el primer presidente elegido democráticamente en su país después que su «Revolución de terciopelo» puso fin a cuatro décadas de represión de un régimen que el ridiculizó como «Absurdistán».

La revolución de terciopelo, en 1989.
Nacido el 5 de octubre de 1936 en Praga en una familia propietaria de estudios de cine y de decenas de edificios en la capital, Vaclav Havel fue privado de estudios por el régimen comunista en nombre de la lucha antiburguesa. Se lanzó entonces en el ámbito teatral, primero como maquinista y luego como autor del teatro del absurdo.

Se negó a exiliarse y después de la ocupación soviética en 1968 entró en disidencia para redactar el manifiesto Carta 77, vibrante defensa política de los derechos humanos.

Electo a la magistratura suprema el 29 de diciembre de 1989, vivió como un fracaso la división de Checoslovaquia, tres años más tarde.

Conocido por su buen humor y su toma de distancia respecto a los acontecimientos, Havel se describió a sí mismo como una «estrella de la escena opositora» checoslovaca, y dijo que sólo fue jefe de Estado «de pasada». Era un gran amante de la música rock de los Rolling Stones y de Frank Zappa.

«La vida de Vaclav Havel se parece verdaderamente a una obra de arte», dijo su compatriota, el novelista Milan Kundera.

Sus obras «Saneamiento», «Audiencia», «Fiesta al aire libre», «Largo Desolato» o «Cóctel» mezclan teatro del absurdo y herencia kafkiana.

Tras la muerte de su esposa Olga, en 1996, se casó rápidamente con Dagmar Veskrnova, una actriz veinte años más joven que él.

Como presidente, administró la difícil transición de su país a la democracia y a una economía de libre mercado, al igual que a la división pacífica en 1993 entre la República Checa y Eslovaquia.

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