Túnez festeja 1er aniversario de la Primavera Arabe

Miles de tunecinos se reúnen en Sidi Bouzid, Túnez, para celebrar el primer aniversario de la revolución, el sábado 17 de diciembre de 2011. Fue en esta ciudad del árido interior de Túnez donde comenzó el fin del sistema de dictaduras con décadas de antigüedad en el mundo árabe. (AP foto/Amine Landoulsi).

TUNEZ (AP) — Con un optimismo prudente, Túnez marcó el sábado el primer aniversario de la revolución que puso fin a la dictadura de Zine El Abidine Ben Alí y desató sublevaciones en todo el mundo árabe.

Ahora el presidente es un activista por los derechos humanos, mientras que un islamista moderado al que el antiguo régimen encarceló durante años es el primer ministro al frente de una coalición tras los comicios más libres en la historia de Túnez. Pero las preocupaciones por el elevado desempleo arrojan una sombra sobre el orgullo de los tunecinos al transformar su país.

El alzamiento popular en Túnez comenzó el 17 de diciembre de 2010 cuando un vendedor de fruta desesperado se prendió fuego, lo cual desató el enojo y la frustración reprimidas entre sus compatriotas. Estos organizaron manifestaciones que se extendieron a nivel nacional y, menos de un mes después, el presidente Ben Alí fue obligado a dejar el poder tras largo tiempo de ejercerlo. Huyó a Arabia Saudí el 14 de enero de 2011.

Altos dignatarios árabes visitaban a los líderes de Túnez para conmemorar el aniversario de la caída de Ben Alí, entre ellos el presidente argelino Abdelaziz Bouteflika y el jefe del gobierno interino de Libia, Mustafá Abdel-Jalil.

Como el país que dio inicio a la llamada Primavera Arabe, Túnez parece ser el que se ha transformado más. Sin embargo, los analistas políticos advierten que los nuevos avances no vendrán fácilmente, ni carecerán de penurias.

Heykel Mahfudh, profesor de derecho y asesor del Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas, dijo en una entrevista con The Associated Press que Túnez ingresa a su segundo año sin Ben Alí «en una fase de turbulencia que paradójicamente es necesaria».

Mahfudh dijo sentir un «cauto optimismo» en torno al desarrollo de Túnez, pero sigue preocupado por la situación económica y social del país. También se desconoce qué harán con el poder los islamistas que ganaron las elecciones.

El desempleo se ha incrementado a casi 20% del 13% hace un año, al tiempo que el crecimiento económico se ha estancado. El turismo, alguna vez pilar de la economía de Túnez, se evapora.

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