Miles de personas, entre ellos artistas, políticos y sindicalistas, se manifestaron el domingo por las calles del centro de Madrid en respaldo del juez Baltasar Garzón, que tiene tres juicios pendientes tras ser acusado de prevaricación y de extralimitarse en sus funciones y competencias al investigar atrocidades cometidas durante la Guerra Civil Española.
Garzón se proyectó como un paladín internacional de los derechos humanos cuando encausó al general chileno Augusto Pinochet en 1998 y al líder de al-Qaida Osama bin Laden en 2003, pero tuvo problemas con la legislación española al intentar investigar los crímenes de la dictadura franquista, pese a la amnistía general de 1977 extendida a todos los involucrados en la guerra civil de 1936-1939 que llevó al poder al dictador, el general Francisco Franco.
El Tribunal Supremo procesa a Garzón por tres cargos de prevaricación, investigar una causa a sabiendas de que era ilegal hacerlo y no tener competencias para ello.
Entre los manifestantes del domingo hubo algunos artistas, políticos y activistas de izquierda que entonaban la consigna «Garzón amigo, el pueblo está contigo«.
Garzón se encuentra suspendido de sus funciones como juez desde 2010.
Los españoles están muy divididos en torno de Garzón: es un héroe para los grupos defensores de los derechos humanos pero los conservadores lo ridiculizan por considerarlo más interesado en la fama personal que en la justicia.
El impresor retirado Raúl Ruiz mostraba un cartel con una caricatura en la que un juez presentaba la cabeza de Garzón en una bandeja a Franco, que gobernó desde 1939 hasta su muerte en 1975.
Más de 100.000 civiles no combatientes murieron o desaparecieron a manos de los partidarios de Franco, pero los crímenes cometidos durante su dictadura están amparados por una amnistía general aprobada en 1977 mientras España se esforzaba por restablecer la democracia.
«Es injusto juzgar a un juez, cuya tarea es investigar crímenes, por investigar casos sencillamente porque son controversiales», comentó el cantante Raúl Anoz.
Mónica García, propietaria de un comercio, dijo estar avergonzada de que su país estuviera juzgando a Garzón. «Los asesinos fascistas fueron juzgados en Alemania, pero aquí, en España, la dictadura asesina de Franco durante décadas ha quedado sin investigar ni castigar», afirmó.
De ser hallado culpable, Garzón puede ser suspendido por un máximo de 20 años, decisión que en efecto pondría fin a su carrera.
Los casos derivan de una denuncia presentada por los dirigentes de dos grupos derechistas, aunque los mismos fiscales del gobierno dicen que Garzón no ha hecho nada de malo y que debe ser absuelto. Por una disposición del derecho español, los ciudadanos privados pueden solicitar cargos criminales contra alguien aunque los fiscales no estén de acuerdo.