(Video) Boca Juniors y Corinthians empatan en la primera final

Cuando parecía que Boca se iba a ir a Brasil con ventaja, apareció un pichón de crack para complicarle la existencia al equipo de Falcioni en la final de la Copa Libertadores. Por la ida, en La Bombonera, el local empató 1-1 con el Corinthians, por un gol de Romarinho, a cuatro minutos del cierre. Facundo Roncaglia había marcado la apertura.

Como era de esperarse, el partido en La Bombonera comenzó cerrado, duro y con más fricción que juego. Corinthians, que vino a hacer su partido, el de raspar, esperar al rival y aprovechar la velocidad de sus delanteros, controló a Boca en el primer tiempo y aunque se descuidó en el cierre, también se animó a cascotear el área de Agustín Orion.

Recién el juego se sacudió la modorra cuando Paulinho, uno de los mediocampistas del Corinthians, le ganó a un Schiavi que pasó de largo y sacó una bomba para que Orion se luciera sacando la pelota al corner.

En el fondo, Emerson conseguía siempre ganar la espalda de Leandro Somoza y complicar a Facundo Roncaglia por la izquierda del ataque del Timao. Todas razones para decir que el Corinthians estaba consiguiendo lo que vino a buscar: el cero en su arco y el fastidio de todo Boca.

Recién rodeando los 30 minutos, el local pudo fabricar dos jugadas «Made in Boca». Primero se pudo conectar Román con Clemente Rodríguez y el lateral sacó un centro que desvió un defensor. Enseguida, Riquelme habilitó a Pablo Mouche, quien fue hasta el fondo y sacó un centro perfecto para la tijera de Santiago Silva. La pelota volvió a pegar en un contrincante y el peligro desapareció.

La actitud de Boca en el comienzo del segundo tiempo fue otra. Con paciencia, encontró la manera de tener la pelota y jugar cerca del área rival. Y Román comenzó a aparecer. Cuando se jugaban 4 minutos, Erviti se combinó con Riquelme y el Diez avisó con un remate que se fue por arriba del travesaño.

Mouche sacó un tiro de esquina a los 27, Matías Caruzzo ganó en el aire y Silva sacó una palomita perfecta, que primero pegó en la mano de Chicao y luego se besó con el palo. Roncaglia, que estaba atento al rebote, la encontró con el arco libre y definió para desatar la locura en La Bombonera. Sí, el mismo que se tendría que haber ido al vestuario en el primer tiempo y que no se fue porque el árbitro le perdonó la vida en el partido.

La ventaja no iba a tranquilizar a Boca. Pero tampoco iba a bajonear a Tité y a sus jugadores. Por el contrario, el técnico visitante se la jugó con un cambio, puso en la cancha al joven Romarinho y llegó a un empate inesperado. A los 41, el proyecto de crack del Timao quedó mano a mano con Orion y no dudó en picarla para colocarla por encima del arquero con destino de red.

En el cierre, los de Falcioni lo pudieron ganar. Lucas Viatri cabeceó un centro de Clemente, la pelota dio en el travesaño y en el rebote Darío Cvitanich no pudo empujarla. Así se fue el partido. Con la espina clavada de no poder ganar y la certeza de que la serie quedó muy abierta. En Brasil, Boca irá por su séptima Libertadores. No la va a tener fácil.

SME

Más relacionadas