El brasileño Breno Vinicius Rodrigues Borges, «Breno», antiguo jugador del Bayern Múnich, fue condenado hoy a tres años y nueve meses cárcel por quemar intencionadamente su casa en Alemania.
La Audiencia de Múnich declaró probado en su sentencia que Breno, de 22 años de edad, prendió fuego a su villa alquilada en el exclusivo barrio muniqués de Grünewald en la noche del pasado 19 al 20 de setiembre y ordeno su inmediato ingreso en prisión para cumplir la pena.
El futbolista, por el que se interesaba el Lazio de Roma en el caso de no ser condenado a prisión, rompió su silencio poco antes del fin del proceso para pedir clemencia a los jueces.
«Quiero disculparme por lo sucedido esa noche» tanto ante el Bayern Múnich como ante el propietario de la villa, que resultó totalmente destruida, dijo el jugador.
Breno extendió su petición de perdón a su familia y sus propios hijos «para los que no he sido un buen ejemplo. Soy una persona que cree en Dios y le agradezco que haya protegido a mi familia».
El tribunal consideró a la hora de dictar sentencia que el jugador prendió fuego al edificio, que entre tanto ha sido derribado por los elevados daños, debido a la frustración que le producía una lesión de rodilla.
Pese a que se encontraba alcoholizado en el momento de los hechos, los jueces estimaron que el jugador actuó con premeditación al incendiar la villa que su familia había abandonado poco antes y que en el momento del incendio se encontraba vacía.
La defensa del jugador había pedido la absolución para Breno y solicitado que, en el caso de que los jueces decidieran castigarle, la pena no superara los dos años de cárcel para de esa manera disfrutar de libertad vigilada.
«No tiene mas que a su familia y el fútbol», dijo su abogado Werner Leiner, quien pidió a los jueces «una oportunidad para Breno», mientras la fiscalía había solicitado una pena aun mayor de cinco años y medio de cárcel.
Breno empezó su carrera profesional en 2007 en las filas de FC Sao Paulo, desde donde fue transferido en 2008 al Bayern de Múnich, con el que firmó un contrato de cuatro años, que acaba de expirar y no ha sido renovado.