Venezuela: Por buen camino activación de refinería tras incendio

La refinería occidental de Amuay, donde una explosión por fuga de gas dejó 42 muertos y más de 150 heridos, esta en camino de alcanzar un nivel de procesamiento de 250.000 barriles diarios el sábado, una semana después que el siniestro obligó a paralizar casi por completo esa instalación petrolera venezolana, dijeron las autoridades.

El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, anunció en un discurso televisado que «en la etapa de arranque seguro» en la actualidad se está procesando en la refinería de Amuay desde que en la noche del viernes «se logró poner en funcionamiento con éxito» las Plantas II y III.

En la actualidad está en proceso de arranque de otra destiladora, la planta numero 4, que tiene una carga de 80.000 barriles día, «de tal manera que esperamos estar hacia el final del día con un procesamiento de 250.000 barriles día de petróleo… para ir hacia nuestros niveles normales», acotó.

Esos 170.000 barriles continúan «su procesamiento aguas abajo, en donde intervienen unidades de proceso ya operativas como la fraccionadora de nafta número 1, con 29.000 barriles por día, la reprocesadora de nafta NRAY con 22,5 MBD (22.500 barriles diarios) y la tratadora de querosén con 6,1 MDB (6.100 barriles diarios)», informó la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

Amuay es una de las refinerías más grandes del mundo y forma parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), que también incluye la refinería Cardón adyacente. En conjunto, procesan diariamente unos 900.000 barriles de crudo y 200.000 barriles de gasolina, entre otros derivados del petróleo.

Amuay tiene una capacidad instalada nominal de 645.000 barriles diarios. En Cardón, la capacidad es de 310.000 barriles diarios. El CRP cubre 67% de la demanda de combustibles en el mercado doméstico, incluyendo la transferencia de componentes para mezclas y productos terminados al resto de las refinerías que conforman el circuito nacional, de acuerdo a cifras de PDVSA.

«La refinería de Cardón está perfectamente en operativa con sus 211.000 barriles día de procesamiento», indicó.

En la terminal de Amuay, los buques «han estado operando normalmente en el intercambio de producto desde nuestra refinería y también hemos traído los componentes que usualmente traemos para el procesamiento de gasolina», comentó el ministro, quien también funge como presidente de PDVSA.

«Con el procesamiento que hemos alcanzado en Amuay de 170.000 barriles día tenemos entonces un total de procesamiento en país 860.000 barriles de procesamiento», destacó.

Las refinerías de El Palito, en el estado central de Caracas procesan 130.000 barriles diarios, la refinería Puerto La Cruz (180.000 barriles), en el oriente venezolano, y la refinería Islas (170.000), ubicada en Curazao, aporta otros 170.000 barriles diarios. Los derivados del petróleo obtenidos en Islas se suministran principalmente al Caribe y Centroamérica, mientras que una pequeña parte se entrega a Curazao.

Ramírez resaltó que «los inventarios del mercado nacional los mantenemos en 4.060.000 barriles día, lo cual nos da 10 días de inventario».

Críticos y expertos en el manejo de la industria petrolera afirman que las refinerías venezolanas acusan fallas y retrasos en el mantenimiento. Otros afirman que los problemas de seguridad se agudizaron como consecuencia de los despidos masivos que realizó el gobierno en la estatal petrolera venezolana PDVSA.

Cerca de 18.000 empleados petroleros, que representaban 45% de la nómina de la empresa, fueron despedidos en 2003 por haberse sumado a un paro convocado por la oposición para presionar la renuncia de Chávez.

No fue hasta marzo cuando el gobierno logró restablecer la totalidad de las actividades de la corporación y elevar la producción de crudo.

Un documento, divulgado el jueves por dos diarios nacionales dice que meses antes del trágico accidente en la refinería de Amuay se habían reportado fallas en los sistemas de mantenimiento.

El documento, que también fue obtenido por The Associated Press a través de un funcionario cuya identidad se reserva, fue elaborado en marzo por la compañía RJG Risk Engineering para la aseguradora internacional QBE.

El estudio indicó que en el CRP hubo 222 accidentes al año pasado. Cien de ellos fueron incendios, sesenta de los cuales ocurrieron en zanjas de tuberías que transportan combustible y que son denominadas como «trincheras de tuberías contaminadas». En el contexto, contaminadas significa que las tuberías presentaban fugas y que el combustible liberado impregnó la parte exterior de los ductos.

El informe cobró relevancia tras la fuerte explosión ocurrida en los tanques de almacenamiento de la refinería occidental de Amuay, la más grande del país, el pasado 25 de agosto.

El documento fue difundido por los diarios nacionales El Universal y El Nacional y acrecentó el debate nacional suscitado por la explosión.

El estallido en Amuay se convirtió en una de las más grandes y dramáticas tragedias que han sucedido en un complejo petrolero venezolano.

El informe señaló que hubo un retraso de «uno o dos años» en importantes y significativas obras de mantenimiento y que se aplazaron trabajos rutinarios de cuidado en 2009, cuyos efectos «todavía se sienten».

La AP solicitó al vocero de la corporación estatal de Petróleos de Venezuela su opinión sobre el estudio, pero el portavoz se abstuvo de hacer declaraciones. La AP también intentó hablar con Roger Gregory, de la compañía RJG Risk Engineering, para confirmar la autoría del documento, pero Gregory tampoco respondió a las solicitudes.

El ministro Ramírez añadió que las autoridades «hemos determinado la afectación 1.691 viviendas» como consecuencia de la demoledora onda expansiva que sacudió viviendas y comercios cercanos a Amuay.

De ese total, 1.343 sufrieron una «baja afectación…. (esto) quiere decir que se afectó parte de la fachada (de las viviendas)» y 185 viviendas sufrieron una afectación media, que incluye grietas en las paredes y daños en los techos.

Otras 163 viviendas registraron «un nivel alto de afectación, es decir, tenemos que demoler esas viviendas, esto es realmente el tema en la que más estamos centrando nuestra atención», comentó.

Ramírez agregó que ya se han suscrito acuerdos de indemnización con los propietarios de 34 comercios con pérdida parcial y total.

Tras «entrevistas con las personas afectadas» se acordó que aquel «que manifieste que quiera reubicarse del sitio donde está viviendo actualmente a otras zonas, entonces estamos preparando las condiciones para ir a urbanismos en una mejor localización y por supuesto que cumplan con todas las condiciones hábitat debidas», enfatizó Ramírez

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