Cómo vamos en competitividad

Por Gonzalo Orellana
Madrid, España

Acostumbrado a que cuando se realizan rankings a nivel internacional, el Ecuador siempre aparezca en los últimos lugares, recientemente me lleve una grata sorpresa con el último índice de Competitividad del “World Economic Forum”. La sorpresa es que nos ubicamos en el puesto 86, que sin ser una buena posición, si se lo compara con el 2011 veremos que somos el tercer país del mundo que más posiciones escaló en el último año, un salto de 15 puestos y de 19 si se compara con el 2009.

La metodología para realizar este ranking considera 12 categorías, que incluyen: calidad de las instituciones, entorno macroeconómico, infraestructura, calidad de la educación, mercado laboral, tamaño del mercado, etc. Dado que los países incluidos son muchos (144) y muy variados, se los divide en cinco grupos de acuerdo al nivel de desarrollo. El Ecuador se encuentra en el grupo 3 junto con países considerados equivalentes como Colombia, Perú, Indonesia, Sudáfrica, Ucrania, entre otros. Si miramos la evolución de Ecuador basándonos en este mismo ranking en años pasados podemos sacar algunas conclusiones interesantes.

La primera es que hace 3 años el país estaba por debajo del promedio de sus equivalentes en 10 de las 12 categorías. Ahora son solo 6, lo que puede parecer poco, pero la mejoría en la calificación en aspectos como infraestructura, educación y salud básica, inserción tecnológica e innovación, en donde nos encontramos en línea o por encima del promedio, es muy significativa.

En términos de infraestructura es donde vemos uno de los cambios más relevantes, destacando aspectos como la calidad de las carreteras, donde hemos subido 50 puestos en 3 años, generación eléctrica o el número de teléfonos fijos y móviles sobre el total de la población. Como nota negativa se destaca la pérdida de competitividad en infraestructura aeroportuaria.

En educación y salud básica, el cambio también es importante pues pasamos de estar por debajo del promedio de países equivalentes a estar por encima, aquí se destaca la calidad de la educación primaria, donde pese a estar en niveles bajos, el país sube 19 puestos desde el 2009, también mejora el acceso a educación primaria, la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad infantil. En cuanto a la educación superior, la mejora se da en varias categorías, por ejemplo en la relativa a calidad del sistema de educación, el Ecuador sube casi 30 puestos. Eso si, el punto de partida era tan bajo que aun un cambio como este nos deja lejos de los niveles de excelencia de otros países.

Una de las categorías más interesantes es la de inserción tecnológica, aquí también vemos un cambio importante sobre todo en el uso de internet de la población, que ya supera el 30%. En lo relativo a innovación, se observan notables avances, por ejemplo el gasto de las compañías en I&D, en donde el salto es desde el puesto 120 al 73 en tres años; en inversión del gobierno en tecnología de punta, pasamos del puesto 125 al 60, o la disponibilidad de científicos e ingenieros, subiendo del 129 al 96.

Pero no todo son buenas noticias, además de que en algunas categorías las rápidas subidas se dan por lo bajo del punto de partida, también hay aspectos en los que el país no logra mejorar e inclusive empeora. La rigidez del mercado laboral nos sitúa por debajo del nivel de eficiencia de los países equivalentes. También se mantienen las ineficiencias en categorías como el número de procedimientos para empezar un negocio (puesto 130), número de días para iniciar un negocio (127) o la existencia de barreras de comercio (140).

En los aspectos institucionales, donde el Ecuador todavía se encuentra por debajo de sus equivalentes, destacan: la ineficiencia del sistema legal para resolver disputas (131), el respeto de los derechos de propiedad (120) o la protección de la propiedad intelectual (115). A estos problemas que se arrastran desde hace décadas, se suman la existencia de crimen organizado (130) o los costos para los negocios que tiene la violencia y el crimen (131), en estas categorías el país ha retrocedido entre 15 y 30 puestos.

Cuando se pregunta a empresarios sobre cuales consideran que son los principales problemas para hacer negocios, también vemos algunos cambios en sus respuestas, ahora la rigidez de la legislación laboral y el crimen figuran entre los primeros, cuando hace tres años lo hacían la inestabilidad política y la ausencia de acceso a financiamiento. Entre los problemas que se mantienen vemos a la corrupción.

La búsqueda de competitividad es un proceso constante y los avances registrados no deben distraernos de realizar otras reformas necesarias y urgentes. En este caso, como en las encuestas, creo que es importante quedarnos con la tendencia, más que con los números. Y la evolución nos muestra que algunas cosas estamos haciendo bien.

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