BOGOTA (AP) — El vicepresidente colombiano Angelino Garzón tiene un tumor microscópico canceroso no agresivo en la próstata, reveló este lunes el funcionario, y para su eliminación ha comenzado un tratamiento de sesiones de radioterapia.
Diversas enfermedades, más una reciente operación a la que fue sometida su esposa Monserrat Muñoz, hicieron que por primera vez el funcionario pareciera abrir la puerta a dejar su cargo, desde el cual ayudó al presidente Juan Manuel Santos en los primeros meses de gobierno a solucionar conflictos laborales con transportistas y obreros petroleros de uno de los principales yacimientos de crudo del país.
El tumor «en ningún momento sería causa de mi muerte», dijo en un comunicado Garzón, de 65 años, quien en 2010 se sometió a una operación a corazón abierto y en junio pasado sufrió un accidente cerebrovascular del cual se recupera.
El vicepresidente no dijo cuándo exactamente le fue detectado el tumor, pero señaló que durante el proceso que actualmente realiza de recuperación motriz, debido al accidente cerebrovascular, sus médicos tratantes le informaron del hallazgo cancerígeno.
El presidente Santos, de 61 años, fue operado exitosamente el 3 de octubre de un tumor cancerígeno no agresivo en la próstata, según han dicho sus médicos.
Garzón indicó que ya comenzó un tratamiento de radioterapia en el Hospital San Ignacio de la Universidad Javeriana, en Bogotá. Serán en total 39 sesiones de radioterapia, a las que se someterá cinco veces por semana, indicó el funcionario en su comunicado divulgado en un correo electrónico.
«El próximo 29 de octubre cumplo 66 años, y a esta altura de mi vida, insisto, no me puedo aferrar al cargo de vicepresidente y menos enamorarme del mismo. En tal sentido, soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del vicepresidente de Colombia», agregó Garzón, sin decir claramente si renunciaría al cargo o es una decisión que dejaría en manos del Congreso, por ejemplo.
Debido a las dudas sobre la total recuperación de Garzón —un ex sindicalista que ha pasado por varios corrientes políticas— o sobre si podrá desempeñar su acostumbrada agenda oficial, algunos legisladores han dicho que quizá debe considerarse la eliminación de la figura del vicepresidente, que fue reinstalada por la Constitución de 1991 y es un funcionario elegido por voto popular en la misma formula que el candidato a la primera magistratura.
El principal papel del vicepresidente colombiano es asesorar al jefe de Estado y cumplir las misiones que le delegue, tanto como suplir sus faltas temporales o absolutas. En caso de una renuncia o ausencia del vicepresidente, un nuevo funcionario es elegido por el Congreso para lo que reste del cuatrienio de gobierno.
«Quiero manifestar que no nací en el poder ni siendo vicepresidente, y menos pretendo aferrarme a ellos. Lo que me ha estado pasando en materia de salud, junto con la cirugía a la que fue sometida mi esposa recientemente para extirparle un cáncer y un riñón, ha sido una etapa muy dura que me ha tocado vivir y que no se la deseo a ninguna persona ni a ninguno de mis contradictores políticos», dijo Garzón.
Santos no comentó de inmediato el pronunciamiento de su vicepresidente.
El director científico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, Carlos Castro, dijo en entrevista telefónica que la referencia a un tumor microscópico se refiere a que es diminuto aunque no precisó centímetros, y que el tratamiento de 39 sesiones «es el tratamiento estándar aquí, en Nueva York o Londres».
«Sus posibilidades (de recuperación) son altas», aseguró.
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