Felipe, el Hermoso, y los banqueros

Alberto Molina

Por Alberto Molina
Quito, Ecuador

Felipe IV, el Hermoso (1268-1314), también conocido como El Rey de Hierro, gobernó Francia, según los historiadores, durante 29 años. El historiador, novelista y ensayista francés Maurice Druon, nos narra bellamente y nos hace conocer los entretelones de esta etapa turbulenta de la historia europea, en la saga de “Los Reyes Malditos”.

Druon, inicia el primer tomo de la serie, así: “Al comenzar el siglo XIV, Felipe IV, rey de legendaria belleza, reinaba en Francia como amo absoluto. Había dominado el orgullo guerrero de los altos barones, sofocado la sublevación flamenca, a los ingleses en Aquitania e incluso al papado, al que había forzado a instalarse en Aviñón. Los Parlamentos obedecían sus órdenes y los concilios respondían a la paga que recibían. (…). Seis de sus vasallos eran reyes y la red de sus alianzas se extendía hasta Rusia. Ninguna riqueza escapaba de sus manos. Paso a paso, había gravado los bienes de la Iglesia, expoliado a los judíos y atacado a los banqueros lombardos.

“Para hacer frente a las necesidades del Tesoro alteraba el valor de la moneda. Cada día el oro pesaba menos y valía más. Los impuestos eran agobiantes y la policía se multiplicaba. Las crisis económicas engendraban la ruina y el hambre que, a su vez, eran la causa de sangrientos motines. Las revueltas terminaban en el patíbulo. Ante la autoridad real, todo debía inclinarse, doblegarse o quebrarse.

“Pero la idea de nación estaba arraigada en la mente de este príncipe cruel, para quien la razón de Estado se imponía a cualquier otra. Bajo su reinado  los franceses eran desdichados.

“Sólo un poder había osado oponerse: la Orden de los Caballeros del Temple, la formidable organización militar, religiosa y financiera cuya gloria y riqueza provenía de sus orígenes en las cruzadas.

“La independencia de los templarios inquietó a Felipe el Hermoso y sus inmensos bienes le hacían ser muy codicioso. Instigó contra ellos el proceso más burdo que recuerda la historia. Cerca de quince mil hombres estuvieron sujetos a juicio durante siete años, período en el que se perpetraron toda clase de infamias”.

Lo narrado no se refiere al Ecuador; de todas maneras es un buen momento para recordar la frase de Marx que dice: “La historia suele repetirse, primero como tragedia y luego como farsa, y que lo segundo anuncia la clausura de un ciclo histórico”. Veamos si esto se cumple en nuestro país.

* Alberto Molina Flores es coronel, en retiro, de las Fuerzas Armadas del Ecuador.

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