El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, pidió este viernes a las autoridades de Estados Unidos detener las deportaciones debido al terremoto de magnitud 7,2 grados Richter que sacudió el país centroamericano el miércoles, con un saldo de 52 muertos y millonarias pérdidas materiales.
Pérez dijo en una rueda de prensa en la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) que hoy ha firmado una carta que le enviará directamente a su colega de EE.UU., Barack Obama, en la que le informa de la situación en Guatemala y para que se paren las deportaciones de los inmigrantes guatemaltecos.
También le reitera que se otorgue el Estatuto de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés) a los inmigrantes, que en su mayoría son de los departamentos que fueron los más afectados por el terremoto, dijo.
El jefe de Estado explicó que su canciller, Harold Caballeros, también se está comunicando hoy con las secretarias de Estado y de Seguridad Nacional estadounidense para explicarles los daños causados por el violento sismo.
Pérez dijo que espera que las autoridades de Estados Unidos tomen en cuenta la tragedia que vive Guatemala para detener las deportaciones y otorgue el TPS a los inmigrantes.
En Estados Unidos, según la Cancillería, radican 1,3 millones de guatemaltecos, el 60 por ciento de ellos en condición de indocumentados.
El mandatario también confirmó que se extendió al departamento de Suchitepéquez, el «estado de calamidad» que decretó el jueves para San Marcos, Quetzaltenango, Quiché, Sololá, Huehuetenango, Totonicapán y Retalhuleu, donde se han registrado más daños por el terremoto.
El sismo ha dejado hasta ahora, según cifras preliminares, 52 muertos, aunque la cifra está en revisión por posibles errores de las autoridades de declarar fallecidos a parte de los desaparecidos, según el mandatario.
Pérez dijo que el número de desaparecidos también ha descendido de 22 a tres.
El mandatario manifestó que equipos de expertos han comenzado a evaluar los daños para determinar el monto de las pérdidas y la cantidad de recursos que se necesitan para la reconstrucción. EFE