El español Ángel Carromero podría salir de prisión

MADRID (AP) Ángel Carromero, condenado a cuatro años de cárcel en Cuba por el accidente que costó la vida al disidente Oswaldo Payá y trasladado a España para cumplir la pena en su país, podría salir de la cárcel en los próximos días, informó este jueves la secretaría de Instituciones Penitenciarias.

A petición de su defensa, la cárcel de Segovia –a 90 kilómetros al norte de Madrid– en la que ingresó Carromero, elevó una propuesta para concederle el llamado tercer grado, dijo una alta funcionaria de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior bajo condición de anonimato según las políticas del departamento.

El tercer grado es un beneficio de la legislación española que autoriza al reo a vivir durante el día en libertad y regresar a la cárcel sólo a dormir. En algunos casos también se utiliza el control telemático del preso con una pulsera, que informa permanentemente su ubicación y le permite pernoctar en su domicilio.

La propuesta se resolverá mañana previo informe de la Fiscalía, que se prevé favorable al régimen de semi libertad. El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, dijo esta semana que el caso de Carromero encaja en la figura del tercer grado.

Según Torre-Dulce, el acusado tiene arraigo familiar en España, un puesto de trabajo garantizado y el delito de «homicidio por ocasión de conducir un vehículo en la vía pública» del que fue hallado culpable en Cuba figura entre los contemplados por el Código Penal español para acceder a este tipo de beneficio.

Carromero, de 27 años y dirigente juvenil del gobernante Partido Popular, fue condenado a cuatro años de cárcel en octubre por el accidente que costó la vida a Payá y al también disidente Harold Cepero.

El siniestro tuvo lugar en julio cerca de la localidad de Bayamo, a 800 kilómetros al este de La Habana. Carromero conducía el coche, que según relató en el juicio derrapó en una zona de grava y luego se estrelló contra un árbol.

El español y el ciudadano sueco Aron Modig, que ocupaba el asiento del copiloto, sufrieron heridas leves, mientras que los opositores cubanos, que viajaban en la parte trasera del vehículo, resultaron muertos.

Madrid y La Habana negociaron durante meses una salida diplomática para Carromero, hasta que finalmente se acordó su traslado a España a través del convenio bilateral sobre ejecución de sentencias firmado por los dos países en 1998.

A los decesos se sumó como elemento sensible en el caso el motivo de la visita de los europeos a Cuba. Ambos llegaron con visas de turista pero posteriormente reconocieron que llevaban dinero a los disidentes, que las autoridades de la isla consideran «mercenarios» al servicio de grupos de interés dispuestos a destruir al gobierno.

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