Un francotirador mató al capo de la mafia rusa

Moscú, 16 ene (EFE).- El padrino de la mafia rusa, Aslán Usoyán, alias «Ded Hasán» (Abuelo Hasán), fue asesinado hoy por un francotirador en pleno centro de Moscú, lo que deja un vacío de poder en el crimen organizado postsoviético.

Hasán, de 75 años, murió en un hospital como resultado de un certero disparo en el cuello a la salida del restaurante «Karetni Dvor», no lejos de la calle comercial Arbat, según fuentes policiales citadas por las agencias locales.

El capo, un kurdo nacido en Georgia que ya sufrió un intento de asesinato en 2010, falleció en la planta de cuidados intensivos del hospital Botkínskaya diez minutos después de ingresar en coma profundo.

Una empleada del restaurante también resultó herida de bala, por lo que tuvo que ser operada de urgencia en un centro médico local.

Hasán fue abatido por el disparo de un francotirador que utilizó un fusil automático con silenciador y mira telescópica Val, el utilizado habitualmente por las fuerzas especiales, informó un portavoz del Comité de Instrucción (CI) de Rusia a la agencia Interfax.

Según esta fuente, el francotirador disparó desde el desván del edificio de enfrente, ya que allí los agentes de policía encontraron seis casquillos de bala de 9 milímetros de calibre, una silla y un trozo de ropa.

Hasán, que fue condenado por vez primera a los 19 años, ostentaba el rango de «vor v zakone» («ladrón de ley», el más alto dentro del crimen organizado en la antigua URSS) y se le consideraba el líder mafioso más influyente de todo el espacio postsoviético, aunque no era perseguido por la Justicia rusa.

El CI baraja varias versiones del crimen, entre las que figurarían una «vendetta» entre clanes mafiosos y los negocios de Hasán, cuyas principales fuentes de ingresos eran el narcotráfico, las armas, la extracción de recursos minerales y el juego ilegal.

«El carácter del homicidio demuestra que el asesino de Hasán, previsiblemente, siguió entrenamiento militar en las fuerzas especiales y sirvió en puntos calientes», señaló una fuente policial a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

El exministro del Interior ruso Anatoli Kulikov opina que la muerte de Hasán podría estar relacionada con las discrepancias surgidas por el reparto de negocios, tras la salida de la cárcel de varios capos mafiosos.

Mientras, fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por Interfax apuntan a un posible desencuentro entre Hasán con otros «vor v zakone», ya que el padrino ruso había centrado sus energías en colocar a capos kurdos al frente de diversos negocios.

Según fuentes policiales citadas por RIA-Nóvosti, en las últimas semanas corrían rumores de que Hasán, que podría ser sustituido por un tal «Mirón», uno de sus lugartenientes más cercanos, se estaba planteando retirarse y ceder el mando de la mafia rusa.

Por su parte, la diputada oficialista Irina Yarovaya, jefa del comité de Seguridad y Lucha contra la Corrupción de la Duma (cámara baja del Parlamento), se apresuró a descartar que este caso suponga un retorno a los sangrientos ajustes de cuentas que sacudieron este país tras la caída de la URSS, en 1991.

«Hoy este es otro país, otras leyes y otro orden público», dijo.

El antiguo subjefe de la agencia de lucha contra el narcotráfico Alexandr Mijáilov también descartó una reanudación de la guerra entre bandas de finales del siglo pasado.

«Era una figura muy prominente en el mundo criminal. Opino que con la muerte de Hasán concluirá el reparto de este negocio. Esto contribuirá a la estabilización de la situación. Cuanto menos bandidos, mejor para la sociedad», declaró a Interfax.

En 2010 la prensa local culpó del intento de asesinato de Hasán a su rival Tariel Oniani, condenado entonces por la Justicia rusa y reclamado por las autoridades españolas en el marco de la operación Avispa.

Al parecer, el entorno de Hasán sospechaba que el asesinato ese año de uno de sus aliados más fieles, Viacheslav Ivankov, alias «Yapónchik» (el Japonesito), fue encargado por Oniani, alias «Taro», líder del llamado clan mafioso de Kutaísi (ciudad georgiana).

Según la prensa, este conflicto se desató cuando Oniani intentó arrebatar a Hasán el control del negocio del juego en Moscú y hacerse con el mando de las empresas que antes pertenecieron al líder de la mafia ruso-georgiana instalada en España Zajar Kalashov, alias Shakró Molodoi

Nacido en Georgia, de donde en tiempos de la URSS provenían los mayores capos, en la década de los 90 Hasán se instaló primero en San Petersburgo y luego en la capital, donde sometió a su control a casi todos los grupos mafiosos de origen eslavo. EFE

* Foto difundida por Infobae

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