Dos muertos en atentado a la embajada de EEUU en Ankara

Un atentando suicida cometido por un militante de ultraizquierda contra la embajada de Estados Unidos en Ankara ha dejado hoeste viernes dos muertos, un guardia de seguridad y el propio terrorista, más tres heridos de diversa consideración.

El ataque, ocurrido sobre las 11h15 GMT, se produjo en el control de seguridad de la entrada trasera a la oficina diplomática, que da acceso a la sección consular.

El terrorista, identificado como Ecevit Sanli, hizo estallar un artefacto que portaba, muriendo en el acto y matando a un guardia de seguridad turco de 47 años.

El ministro de Interior turco, Muammer Güler, confirmó a la prensa que el atacante era miembro de «una organización de izquierda ilegal», habitual manera de referirse al Partido-Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP/C).

En la explosión resultaron heridos leve otros dos guardias y una periodista que se encontraba en el lugar para pedir un visado estadounidense, que sufrió heridas graves y fue trasladada a un hospital de Ankara, aunque su vida no corre peligro.

Kivanç El, un reportero turco que acudió a informar desde el lugar de la detonación, aseguró a Efe que se trató de «una explosión muy fuerte, que ha dañado coches y edificios cercanos».

Tras el atentado, las embajadas en Ankara elevaron el nivel de vigilancia y la policía acordonó la zona, al tiempo que la legación estadounidense declaró la alerta roja y posicionó a francotiradores en el tejado, según informa el diario turco «Hürriyet».

«Actos como el de hoy muestran claramente el daño que el terrorismo causa a nuestros países. Estas acciones reafirman nuestra decisión de encontrar una solución a este problema y nos hacen continuar firmemente unidos», declaró Francis Ricciardone, embajador de Estados Unidos en Turquía.

La embajada emitió un comunicado para advertir a los ciudadanos estadounidense que no visiten «hasta nuevo aviso» la legación ni los consulados en Estambul y Adana, así como que eviten lugares de manifestaciones o protestas públicas.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, prometió que el país seguirá luchando firmemente contra «quienes ataquen la paz» en Turquía.

Según explicaron fuentes policiales al diario «Radikal», el atacante, Ecevit Sanli, había sido detenido en 1997 tras participar en un ataque contra un cuartel y permaneció en prisión hasta 2002.

El DHKP/C se escindió en los años noventa del movimiento izquierdista Dev Sol y desde entonces ha llevado a cabo una decena de atentados, algunos de ellos suicidas.

Los últimos ocurrieron en septiembre pasado, cuando un supuesto miembro de grupo se hizo estallar en una comisaría de Estambul, matando a un policía; y en diciembre, cuando una pareja de activistas asesinó a tiros a un policía en la misma ciudad.

Hace diez días, las autoridades turcas detuvieron a 21 personas, entre ellas nueve abogados, bajo la acusación de pertenecer al DHKP/C, lo que motivó protestas de diversos sectores de la sociedad.

El miércoles, dos baterías de sistemas antimisiles Patriot procedentes de Estados Unidos llegaron a Turquía y serán desplegados en los próximos días alrededor de la ciudad de Gaziantep para contrarrestar la hipotética amenaza de misiles disparados desde el territorio de Siria.

La instalación de este escudo de misiles de la OTAN en Turquía ha motivado protestas menores de algunos sectores de la izquierda nacionalista, que se saldaron con intervenciones policiales pero sin incidentes graves. EFE

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