TEHERAN, Irán (AP) — Las autoridades iraníes desestimaron este lunes la película ganadora del Oscar «Argo» como antiiraní y la televisión estatal dijo que se trataba de un anuncio publicitario de la CIA, los espectadores la criticaron como propaganda estadounidense y sólo algunos la celebraron como un punto de vista novedoso sobre la historia reciente de su país.
Todo esto ocurrió a pesar de que la película, basada en la fuga de seis rehenes de la sitiada embajada estadounidense en Teherán en 1979, no ha sido exhibida en cines iraníes.
A pesar de que no ha sido distribuida, muchos iraníes la han visto. En Teherán, los DVD de «Argo» se venden por unos 30.000 rial, menos de 1 dólar.
Con todo y que ha circulado en la clandestinidad, la película ha generado puntos de vista muy diferentes.
La discusión suele mostrar las divisiones generacionales del país: Los iraníes que participaron en la revolución islámica de 1979 prefieren fijarse en el retrato de Teherán de aquel entonces, pero los iraníes demasiado jóvenes para recordar lo sucedido piensan diferente sobre los levantamientos.
«Quiero saber qué es lo que dice la otra parte», dijo la estudiante universitaria Shieda, de 21 años, quien se identificó por su nombre para evitar represalias por hablar con medios extranjeros.
El integrante del ayuntamiento de Teherán Masoomeh Ebtekar, quien fue uno de los estudiantes que ocuparon la embajada estadounidense y fungió como vocero de los estudiantes iraníes, dijo que la película exagera la violencia de la multitud que sitió el edificio en noviembre de 1979.
Cincuenta y dos estadounidenses permanecieron como rehenes durante 444 días, pero unos cuantos diplomáticos fueron protegidos por el embajador canadiense. «Argo» relata su fuga de Irán, haciéndose pasar por el equipo de producción de una película inexistente.
Ebtekar insiste que los secuestradores eran estudiantes en su mayoría, pero según otras versiones había milicianos e integrantes de la Guardia Revolucionaria muy involucrados en la crisis diplomática.
El actor y director Ben Affleck «muestra escenas de una turba muy violenta y furiosa», dijo Ebtekar. «Pero nunca se menciona que eran un grupo de estudiantes».
El ministro de cultura iraní Mohammad Hosseini dijo: «La película es una cinta anti-Irán. No es una película valiosa desde el punto de vista artístico. Ganó el premio por recurrir a muchos anuncios e inversión», dijo según la agencia noticiosa oficial IRNA.
Hosseini dijo que Hollywood ha «distorsionado la historia» como parte de lo que las autoridades iraníes llaman «una guerra suave» de influencia cultural en Irán.
La televisión estatal iraní dijo que la cinta es «un anuncio publicitario para la CIA».
La agencia noticiosa semioficial Mehr dijo que el premio tuvo «motivaciones políticas» pues la primera dama Michelle Obama participó en la ceremonia desde la Casa Blanca para anunciar junto con Jack Nicholson a «Argo» como ganadora del Oscar a la mejor película.
En contraste, la profesora jubilada Reza Abbasi, quien vivió en carne propia la revolución dijo: «Sé que Hollywood suele cambiar la realidad para hacerla atractiva para los aficionados al cine, pero de todas formas está más o menos cerca de lo que ocurrió por aquel entonces».
El diario moderado Hamshahri dijo que la película «apuntaba en contra de la cultura y la civilización de Irán», pero vale la pena que los iraníes vean una perspectiva diferente de los acontecimientos que llevaron al rompimiento de las relaciones entre Estados Unidos e Irán.
La industria fílmica de Irán, realizada con fondos estatales, boicoteó los Oscar este año por un video hecho en Estados Unidos que denigraba al profeta Mahoma y generó protestas en el mundo musulmán. El incidente no estuvo relacionado con «Argo»
En cambio, el año pasado el director iraní Asghar Farhadi ganó el Oscar a la mejor película de lengua extranjera por «A Separation», fue el primer Oscar para Irán.