EEUU pide investigación sobre muerte de Oswaldo Payá

Ofelia Acevedo, viuda del difunto activista cubano Oswaldo Payá, coloca una flor sobre el ataúd durante el entierro en La Habana, martes 24 de julio de 2012. Payá, de 60 años, ganó fama internacional como promotor del Proyecto Varela, una campaña de firmas hace 10 años para pedir a las autoridades las libertades de expresión y reunión, entre otras. Fue considerada la iniciativa no violenta más grande para lograr cambios en el sistema cubano. Payá murió el 22 de julio de 2012 en un accidente automovilístico. (AP Foto/Ramón Espinosa)

WASHINGTON (AP) — Estados Unidos se sumó este jueves a las voces que solicitan una investigación sobre el accidente vial en el que murieron en 2012 los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero en Cuba.

Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado, dijo en conferencia de prensa que «el pueblo cubano y las familias de estos dos activistas merecen una investigación creíble y clara de los eventos que resultaron en sus muertes trágicas».

Nuland se pronunció tres días después de que siete senadores estadounidenses solicitaran a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigar lo que calificaron como un accidente vial «sospechoso».

Los siete senadores dijeron en la carta que el político conservador español Ángel Camorrero, quien conducía el vehículo al momento del accidente, «ha despertado temores preocupantes de que el auto de Payá fuera seleccionado deliberadamente por funcionarios del gobierno cubano bien conocidos por su acoso a Payá«.

La misiva también indicó que la hija de Payá, Rosa María Payá, solicitó este mes a la ONU en Ginebra una investigación internacional independiente sobre la muerte de su padre.

Además de Carromero, en el accidente ocurrido el 22 de julio en Bayamo también sobrevivió un cuarto ocupante del vehículo, el político sueco Jens Aron Modig.

Un tribunal cubano condenó a Carromero a cuatro años de prisión por homicidio involuntario y lo transfirió en diciembre a su país de origen.

Payá criticó públicamente durante décadas al gobierno cubano y se convirtió en uno de los disidentes principales al encabezar el Proyecto Varela, una recolección de firmas para pedir a las autoridades un referendo sobre las leyes que garantizar derechos civiles como la libertad de expresión y de reunión.

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