ALBA decide impulsar compras públicas entre países de la región

Quito, 23 abr (EFE).- Los países de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) decidieron fortalecer su integración comercial y financiera mediante un impulso al desarrollo de un banco regional y al uso de su moneda virtual de compensación de pagos, el sucre.

Esa es una de las conclusiones que dejó hoy la VIII Reunión del Consejo de Complementación Económica de la ALBA y su Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), celebrada en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

En la cita participaron altas autoridades de Antigua y Barbuda, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Venezuela, países que forman la ALBA.

Francisco Racines, coordinador de la Secretaría Económica del grupo, indicó que la Alianza se ha propuesto impulsar «unas relaciones económicas que permitan fortalecer las capacidades productivas de los países, de los pueblos» que la integran.

Ello a través de un espacio de «complementariedad» económica que vaya más allá de los aspectos comerciales y que busque una mayor «inclusión social» en las naciones, sobre todo con estrategias que permitan generar «empleo e ingresos».

Por ello, en la cita de Guayaquil, se decidió impulsar las compras públicas entre los países de la región, al considerar que ese apartado supone el 17 por ciento del producto interior bruto de la región.

Paralelamente, Racines indicó que en el espacio económico se llevarán adelante procesos para fortalecer las capacidades productivas en cada país, así como consolidar el Banco de la ALBA y el Sistema Único de Compensación Regional de pagos (sucre).

Todo ello, dijo, conjuga ese esfuerzo para dinamizar la economía de los países de la Alianza y afianzar la integración.

Recordó que países por fuera de la región, como Uruguay, han mostrado interés en adherirse, por ejemplo, al sistema de compensación regional, sucre.

Durante la reunión, la ministra de Coordinación de la Política Económica de Ecuador, Jeannette Sánchez, aseguró que estas iniciativas se fundamentan en el principio de privilegiar «al ser humano sobre el capital».

Lo que la ALBA busca es consolidar «el funcionamiento de un espacio económico ampliado, que permanezca en el tiempo y pueda enfrentar exitosamente los retos y embates que la economía y la política internacional le plantean a la región», señaló Sánchez.

De su lado, el canciller venezolano, Elías Jaua, que participó en la cita de Guayaquil, advirtió de que la ALBA, hasta ahora, ha avanzado en la integración política, pero dijo que ya es hora de fortalecer lo económico y productivo.

Con el espacio de integración económica Bolivariana, dijo Jaua, «buscamos trascender y avanzar no solo en lo comercial, sino en el desarrollo productivo, agrícola, científico y tecnológico, basados en las necesidades de nuestra población».

En la cita también se discutió la creación de «empresas grannacionales públicas», en oposición a trasnacionales privadas, así como en un «Centro de Resolución de Controversias» para la región. EFE

* En la foto: Rodolfo Sanz, secretario ejecutivo de la ALBA, Elías Jaua, canciller de Venezuela, y Jeannette Sánchez, ministra coordinadora de la política económica de Ecuador, en el VIII Consejo de complementeación económica de la ALBA, realizada en Guayaquil, el 23 de abril de 2013. APIFOTO/CÉSAR PASACA

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