Líbano (AP) — Los insurgentes sirios se enfrentaron en suelo libanés contra milicianos de Jezbolá, dijeron el domingo un funcionario de seguridad y medios de comunicación locales, el indicio más reciente de que la guerra civil en Siria está rebasando las fronteras del país.
Se trató del peor choque armado de ambas partes en territorio libanés desde el estallido del conflicto en Siria, hace más de dos años. La violencia puso de relieve el riesgo creciente que representan los combates en Siria para el frágil Líbano, cuya inestabilidad sectaria refleja la de su vecino.
Los rebeldes sirios y los milicianos de Jezbolá luchan en bandos opuestos dentro de Siria y las tensiones entre ellos han aumentado considerablemente desde que la milicia libanesa intensificó el mes pasado su apoyo armado al régimen del presidente Bashar Assad.
Los combatientes rebeldes han amenazado con lanzar ataques de represalia contra las bases de Jezbolá en Líbano. El sábado, 18 cohetes y proyectiles de mortero cayeron en la región oriental libanesa de Baalbek, un bastión de Jezbolá.
En la noche del sábado al domingo, fuerzas de Jezbolá aparentemente rodearon y emboscaron a un grupo de rebeldes sirios y combatientes libaneses aliados, de quienes sospechaban lanzaron los ataques contra Baalbek un día antes, dijo el funcionario de seguridad libanés.
El funcionario habló a condición de no ser identificado, de acuerdo con las normas y porque los detalles no estaban claros aún.
Dijo que un combatiente de Jezbolá y varios rebeldes murieron en los enfrentamientos en una zona remota entre Baalbek y la frontera con Siria.
La cadena de la televisión libanesa al-Mayadín, vista como simpatizante del régimen sirio, citó a funcionarios de seguridad libaneses que dijeron que 17 combatientes de Jabhat al-Nusra —un grupo rebelde con vínculos a la red terrorista al-Qaida— murieron en los enfrentamientos.
Las crecientes tensiones entre Jezbolá y los rebeldes que intentan derrocar a Assad tienen relación con una ofensiva del régimen contra la estratégica ciudad de Qusair, en el oeste de Siria, bajo control rebelde.
La participación de Jezbolá en la batalla por el control de la ciudad ha puesto de manifiesto su papel cada vez mayor en el conflicto sirio, lo que desató las amenazas rebeldes de atacar las bases de ese grupo extremista en Líbano.
