Iglesia argentina clama contra el narcotráfico

BUENOS AIRES (AP) — La Iglesia Católica de Argentina reiteró el viernes por segunda vez en una semana un pedido de auxilio a las autoridades para frenar la amenaza del narcotráfico, al que calificó como un monstruo que «pisa fuerte».

Este nuevo pronunciamiento estuvo a cargo del Arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentinadurante la misa anual «por los excluidos» que ofreció ante personas de bajos recursos, prostitutas y ex adictos a las drogas. Durante seis años esta ceremonia fue presidida por su antecesor, Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco.

Apelando a una popular canción –«Solo le pido a Dios», del cantautor argentino León Gieco–, Poli dijo que «el narcotráfico es un monstruo que pisa fuerte, viene por más. Y nadie lo para».

«Donde pasa la droga queda una estela de muerte», advirtió el prelado desde un altar improvisado colocado en la plaza frente a la estación de ferrocarril de Constitución, una de las más concurridas de la capital argentina y desde donde parten los trenes hacia los suburbios más pobres del sur.

Poli también convocó para el 7 de diciembre a un día de ayuno y oración en todo el país para «pedirle a Dios que mueva el corazón de aquellos que tienen en sus manos los recursos de la ley para detener esto que nos aplasta a todos, que nos quita la libertad, que destruye nuestras familias».

«En todo el país vamos a rezar por esta intención…que nos despertemos los argentinos, para que tomemos conciencia del drama que significa las drogas en nuestro país», apuntó Pol, ante un centenar de fieles, muchos de ellos ex adictos a los estupefacientes.

Hace una semana más de cien obispos reunidos en la Conferencia Episcopal Argentina emitieron un duro documento titulado «El drama de la droga y el narcotráfico», en el cual expresaron su preocupación sobre el crecimiento del narcotráfico en el país y reclamaron medidas urgentes a las autoridades políticas.

El pronunciamiento tuvo fuerte impacto en la opinión pública y pocos días después fue la Corte Suprema de Justicia la que reclamó al gobierno reforzar la seguridad y el control de la frontera norte, en el límite con Bolivia, y que es considerado uno de los principales ingresos de la droga al país.

La misa «por los excluidos» fue ideada por Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. Este fue el primer año que se celebró sin su presencia.

«Quien es hoy nuestro Papa ha estado cuerpo a cuerpo con nosotros…Somos los mismos chicos que estábamos mal, pero solos no lo pudimos hacer. La gente que está acá (los sacerdotes) nos enseñó a rezar el Padre Nuestro, estar ahí para el otro», afirmó Brenda Acosta, de 18 años, integrante de una cooperativa de ex adictos al «paco», como se denomina la pasta base de la cocaína y muy consumida entre los jóvenes de bajos recursos.

«La droga no es simplemente una enfermedad, sino que a veces también somos esclavos de ella», acotó la joven.

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