Berlín destaca a Obama en restringir espionaje a extranjeros

Berlín, 17 ene (EFE).- El Gobierno alemán reaccionó hoy con cautela al anuncio del presidente de EEUU, Barack Obama, de reformar el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), al tiempo que destacaba el propósito de Washington de imponer controles estrictos a la vigilancia telefónica sobre los ciudadanos no estadounidenses.

«Muchos alemanes se preocuparon, con razón, por la seguridad de sus datos personales, tras las informaciones acerca de las actividades de la NSA», dijo hoy el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, tras la comparecencia de Obama para anunciar la reforma de los servicios de espionaje de su país.

Berlín «analizará» con detenimiento lo anunciado por el presidente de EEUU, prosiguió Seibert, a través de su cuenta en twitter, y abordará en conversaciones bilaterales «confidenciales» la colaboración futura entre los servicios de espionaje de ambos países.

«Para el Gobierno federal sigue imperando la premisa de que en territorio alemán deben respetarse las leyes alemanas», añadió el portavoz, parafraseando las reiteradas advertencias de la canciller, Angela Merkel, contra el espionaje masivo a las comunicaciones privadas, sea de ciudadanos comunes o de líderes políticos.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, recordó en un comunicado la necesidad de encontrar un equilibrio entre seguridad y respecto a los derechos civiles, al tiempo que expresaba su «convicción» de que EEUU sabría «ajustar» ambos conceptos.

Berlín reaccionó así a la comparecencia hoy de Obama, quien prometió más garantías para los ciudadanos de países extranjeros y que no se espiará a los jefes de Estado o a gobiernos aliados.

Entre los casos más notorios, revelados a raíz de las filtraciones del exanalista de la CIA, Edward Snowden, estuvo el espionaje al teléfono celular de la canciller alemana, Angela Merkel cuestión que afectó las relaciones transatlánticas.

«He dejado claro a nuestra comunidad de inteligencia que, a no ser que haya un importante motivo de seguridad nacional, no se vigilarán las comunicaciones de jefes de Estado y gobierno amigos y aliados cercanos», afirmó el mandatario estadounidense.

«Si quiero saber lo que piensan nuestros aliados, los llamaré por teléfono y les preguntaré, en lugar de vigilarlos», añadió Obama, quien tras meses de esfuerzos diplomáticos para dirimir el malestar causado en Berlín invitó hace unos días a Merkel a visitar Washington.

El presidente estadounidense dejó claro, sin embargo, que los servicios de espionaje de EEUU seguirán recopilando información sobre los gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones. EFE

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