Turismo 2013, caminando lento

Gonzalo Orellana
Londres, Reino Unido

En este mismo espacio, hace un año, comenté sobre el buen desempeño del turismo en 2012 en nuestro país, cuando el número de visitantes creció un 11% con respecto al 2011. Lastimosamente, las cifras del 2013 no fueron tan positivas pues el crecimiento se redujo al 7,4%, llegando a 1.37 millones de visitantes, y aunque nuestro crecimiento es superior al crecimiento global y de la región, estamos por debajo del de países como Perú o Colombia.

La principal razón de este crecimiento que podemos llamar «modesto» está en el mal desempeño de los mercados considerados clave para el Ecuador, leve incremento de turistas de EE.UU. y caídas en el número de llegadas desde Colombia, España y Alemania. Dentro de este grupo tan solo se ha presentado un fuerte incremento de turistas peruanos.

Este bajo rendimiento de los mercados tradicionales es compensado parcialmente con el crecimiento en los mercados que el Ministerio de Turismo denomina “en crecimiento» o de «oportunidad», es así que vemos buenas noticias en el aumento importante de turistas británicos (12%), holandeses (14%), mexicanos (8%) o brasileros (7%).

Analizando las cifras del Ministerio de Turismo, encontramos varios fenómenos relevantes y que debemos tomar en cuenta: el primero es que la salida de ecuatorianos crece casi al doble (13%) que la llegada de extranjeros, esto hace que nuestra balanza turística sea negativa con países como EE.UU., España o Perú. A este ritmo no seria imposible que el turismo se convierta en una fuente de salida de divisas en lugar de entrada. Las cifras también nos muestran algunos comportamientos extraños, por ejemplo el crecimiento de turistas venezolanos (+124%), que se puede explicar más por el «negocio» que representa para los venezolanos el viajar fuera de su país para recibir dólares a precio oficial y luego venderlos en el mercado negro, que porque estén interesados en conocer el Ecuador. También resulta llamativo el enorme incremento en la llegada de haitianos, entre 2012 y 2013 pasaron de 3,000 a más de 14,000, probablemente con la intención de quedarse trabajando en Ecuador o usarlo como puerta de entrada a otros países de la región.

El gobierno está seriamente interesado en incrementar el turismo y convertirlo en una actividad relevante para la economía; sin embargo hay que considerar que hay varias cosas que hacemos mal. La primera es la poca conectividad. Aunque en este punto hay buenas noticias con la apertura del nuevo aeropuerto de Quito: inicio de nuevas rutas, la llegada de Aeromexico y se habla de otras aerolíneas interesadas en operar a partir del 2014, la realidad es que Ecuador está mal conectado. Viviendo en Europa o EE.UU. es mucho más fácil y barato viajar a Asia o África que a Ecuador; ni se diga de la total ausencia de conexiones con Asia, la región donde el número de turistas crece más rápido.

Otro aspecto importante es la promoción, y aunque también se han dado algunos pasos, la realidad es que todavía invertimos muy poco; en el metro, en los taxis o en las calles de ciudades como Londres se encuentra publicidad de Malasia, Perú o México, nunca de Ecuador. La promoción turística debe ser constante, además de específica para el país del turista que se quiere atraer, no buscan lo mismo los argentinos que los franceses o los asiáticos; a esta falta de promoción positiva, hay que sumarle la publicidad negativa que ocasiona la delincuencia. Adicionalmente la alta concentración en el origen de los turistas, nuestros dos vecinos mas EE.UU. suman el 55% de todos los visitantes, nos hace dependientes de la situación de dichos países.

Las cifras publicadas por el Ministerio de Turismo también muestran aspectos positivos que merece la pena resaltar, por ejemplo el crecimiento del turismo en Quito (+17%, muy por encima del promedio nacional), ratificándose como el principal punto de entrada del país; se podría pensar que los recientes reconocimientos a la ciudad están empezando a tener impacto en la llegada de turistas. Mención especial merece comentar la expansión internacional de Tame, el crecimiento del flujo de pasajeros desde y hacia Venezuela, Perú, Brasil y Argentina muestran que las nuevas rutas parecen estar siendo exitosas y son un buen ejemplo de como una mejora en la conectividad puede incrementar notablemente el turismo.

Ecuador es un país con un potencial turístico enorme: gran diversidad de paisajes y gente, distancias cortas, facilidad para viajar internamente, precios accesibles. Sin embargo, la realidad es que sigue siendo un destino poco conocido y mal conectado; el 2013 no fue un mal año, pero con este nivel de crecimiento tardaremos décadas en convertirnos en un destino destacado y para hacer del turismo una fuente significativa de ingresos.

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