El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó este viernes a Estados Unidos de cometer un «genocidio con el pueblo cubano» al mantener el bloqueo económico a ese país.
«Bloqueo es igual que genocidio, EE.UU. practica genocidio con el pueblo cubano, y el pueblo latinoamericano y caribeño están con Cuba«, afirmó el mandatario en una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno de La Paz.
Morales se pronunció así a propósito de su asistencia a la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada esta semana en La Habana y que según el mandatario boliviano ha suscitado críticas desde el Gobierno estadounidense.
«Sobre lo de que abrazamos el castrismo, que somos antidemocráticos (…) es un mensaje que viene del Departamento de Estado de EE.UU., que no tiene ninguna autoridad moral para hablar de la democracia«, aseveró.
Para el mandatario, en EE.UU. «gobiernan los banqueros y las trasnacionales, violando los derechos colectivos».
«Y esa es nuestra profunda diferencia. ¿De qué democracia pueden hablar cuando los Gobiernos de EE.UU. usan bases militares para intervenir en países y golpes de Estado? ¿Con qué autoridad puede hablar sobre el castrismo?», cuestionó Morales.
Se refirió a Cuba como «un país bloqueado económicamente, estrangulado para acabar con la revolución», lo que a su juicio «es igual que genocidio».
A preguntas de los periodistas sobre la ausencia de fondos estadounidenses para Bolivia tras la expulsión, en mayo pasado, de la agencia de cooperación de ese país (Usaid) por supuesto intrusismo político, Morales restó importancia al asunto y argumentó que la mayoría de ese dinero revertía a Estados Unidos.
«Conozco los distintos programas que han manejado. De un supuesto cien por cien de inversión en cooperación, queda el 20 %, el resto se vuelve a EE.UU.», aseguró Morales, quien apostilló que ese país «nunca pierde» y «para Bolivia no queda nada».
Como ejemplo, citó la contratación de consultorías «siempre norteamericanas» o un proyecto de sustitución de cultivos de coca por nuez de macadamia en el que las plantas fueron compradas a Costa Rica pero eran de origen estadounidense.
«Su ayuda va a estar condicionada a que nunca nos desarrollemos. No es ayuda, son chantajes, condicionamientos», espetó. EFE