Militares colombianos espiaron a negociadores de paz, según revista

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, ordenó este martes que se investigue si los negociadores del Gobierno en el diálogo de paz con las FARC fueron espiados por militares, como afirma la revista Semana.

«Le he pedido al comandante (del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez) que investigue situación de supuestas ‘chuzadas’ (espionaje telefónico) a equipo negociador en La Habana«, escribió el ministro en su cuenta de Twitter.

Según Semana.com, que durante 15 meses investigó el caso, desde la trastienda de un restaurante popular y un centro de aprendizaje de informática de Bogotá se monitoreaban las comunicaciones privadas, entre otros, «de algunos de los integrantes del equipo negociador del Gobierno».

Entre las personas supuestamente espiadas estaban el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle; el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y el director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Alejandro Eder, así como líderes de izquierda, reveló a la revista una de las fuentes.

El local estuvo a cargo de un capitán del Batallón de Inteligencia Técnica del Ejército Número 1 (Bitec-1), agrega la revista, que no reveló el nombre del oficial.

Según la investigación, el local usado como fachada funcionaba desde el 12 de septiembre de 2012, ocho días después de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmara al país que su Gobierno había iniciado contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para negociar un acuerdo de paz.

Poco menos de un mes antes, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), que está en contra de las negociaciones de paz, había revelado que el Gobierno de Santos estaba negociando con esa guerrilla.

Las negociaciones comenzaron formalmente en la capital cubana el 19 de noviembre de 2012 y actualmente están en la discusión del tercer punto de la agenda, sobre drogas ilícitas.

Durante la investigación, la revista consultó más de 25 fuentes, entre ellas agencias de inteligencia estadounidense, altos mandos del Ejército colombiano, militares de inteligencia y contrainteligencia, y altos funcionarios del Estado, entre otros.

El batallón al que pertenece el capitán involucrado hace parte de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército (Citec) que a su vez es una de las columnas vertebrales de la Dirección de Inteligencia Militar (Dinte), agrega la revista.

En la Citec se gestó parte de la «Operación Jaque» que en julio de 2008 rescató a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios militares que llevaban a los secuestrados por las FARC, según la publicación. EFE

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