SOCHI, Rusia (AP) — Estadios, el pebetero olímpico, quioscos de comida. ¿Qué más uno espera ver en un Parque Olímpico? En Sochi, un cementerio.
Un pequeño cementerio de una secta que se separó de la iglesia ortodoxa rusa en el siglo 17 está ubicado en el corazón del Parque Olímpico en Sochi. El lugar pasa desapercibido para la mayoría de los transeúntes que caminan al lado de un terreno rodeado por vidrios ahumados y abetos.
Cuatro policías de Moscú custodian la entrada del cementerio.
«¿Por qué debería preocuparnos a los rusos?», comentó uno de los policías, que rehusó identificarse. «Siempre convertimos un funeral en una fiesta».
Antes que comenzara la construcción para los Juegos de Sochi en el valle Imeritinskaya, la zona que ahora es el Parque Olímpico era el hogar de una comunidad de la secta, con un cementerio al lado. La secta fue relocalizada a una villa cercana, pero sus miembros insistieron en dejar las tumbas de sus antepasados en el lugar.
El cementerio tiene un siglo de antigüedad, dijo el año pasado el jefe del comité organizador de Sochi, Dmitry Cheryshenko. Señaló que dejarlo en su lugar era una concesión que tenían que hacer con la comunidad.
La mayoría de los espectadores que acuden a ver las competencias olímpicas caminan al lado del terreno rodeado por árboles sin saber lo que hay adentro. La mayoría dicen que no le ven nada malo a tener un cementerio en medio de las festividades olímpicas.
«Lo más importante es que lo conservaron», comentó Nadezhda Muizhezemnik. «Uno debe tratar la muerte con calma. Todos pasamos por eso».