Brasilia, (EFE).- El canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, estará los próximos domingo y lunes en Caracas para participar en las mesas de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana, auspiciadas por la Unasur.
La cancillería brasileña confirmó anoche, mediante una nota oficial, que Figueiredo permanecerá esos dos días en Caracas, donde se espera que también estarán presentes los ministros de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Olguín, y Ecuador, Ricardo Patiño.
Estos tres cancilleres fueron designados para representar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en ese diálogo, en el que el organismo participa como «tercero de buena fe», al igual que el Vaticano.
El viaje de los cancilleres de la Unasur estaba previsto para este jueves, pero se postergó por razones no aclaradas oficialmente.
El diálogo comenzó el pasado 10 de abril, pero se ha estancado por la falta de acuerdos entre el Gobierno que preside Nicolás Maduro y la oposición venezolana.
Esa coalición opositora consideró esta semana que el diálogo está «en crisis» por la ausencia de respuestas por parte del oficialismo y anunció que no participará en nuevas reuniones hasta que haya un un «gesto» por parte del Gobierno de Maduro.
Pese a que el proceso de diálogo se inició hace más de un mes con el compromiso de encuentros semanales, las reuniones ya han sido pospuestas en dos ocasiones, sin que hasta ahora se haya alcanzado ningún tipo de acuerdo o consenso entre las partes.
La intermediación de la Unasur se ha dado a raíz de la situación generada en Venezuela por la intensa ola de protestas que vive ese país desde el pasado el 12 de febrero, que hasta el momento ha dejado 42 muertos y más de 800 heridos, según datos oficiales. EFE
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Los cancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño (i), y de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo (d), asisten a la reunión del Gobierno venezolano con los miembros de la Mesa de Unidad Nacional (MUD) y representantes del Nuncio Eclesiástico venezolano y cancilleres de Unasur el jueves 10 de abril de 2014, en el Palacio de Miraflores en Caracas (Venezuela). EFE/Santi Donaire