El italiano Giorgio Chiellini, víctima de los dientes del delantero uruguayo Luis Suárez, se llevó una segunda mordida de Brasil. Pero esta vez se trató de una broma, para la que se prestó muy gustoso el defensa de la eliminada selección de los Azzurri.
Y su cómplice fue la camarera del hotel en donde se hospedaba Italia, quien imitó el ataque de Suárez, hoy suspendido por la FIFA durante cuatro meses y nueve partidos oficiales de su selección.
Chiellini, por su parte, luce relajado. Como para reafirmar el famoso dicho de que quien ríe al último, ríe mejor.