SAO PAULO (AP) — Es muy difícil encontrar a alguien que viaje con menos dinero que numerosos hinchas argentinos, quienes han recorrido miles kilómetros en furgonetas y casas rodantes durante días para seguir a su selección a donde va, aunque no tengan entradas para verla en el estadio.
Músicos que tocan por unas monedas, autoestopistas expertos y fervientes seguidores de todas pintas comenzaron a llegar el lunes al aparcamiento del Sambódromo de Sao Paulo, una sede construida para el carnaval y abierta por el ayuntamiento para que los visitantes acampen. Argentina enfrenta este martes a Suiza en el Itaquerao en los octavos de final.
Un grupo de hinchas de celeste y blanco cocinaba fideos en una vieja olla.
«Eso es lo que hemos comido todos los días», dijo Fritz Latzina, de 48 años, quien se considera un «hincha profesional» y ha recorrido 3.800 kilómetros en su remolque desde el 11 de junio, cuando salió de Buenos Aires.
Mariano Bellotti, de 22 años, ha viajado con su amigo durante los últimos seis meses, haciendo autoestop desde Mar del Plata.
«Pensamos que este año seríamos campeones, así que decidimos hacer el viaje, trabajar en lo que se pudiese y vivir a tope desde el comienzo», relató.
No tienen dinero para los boletos, pero alentarán a Argentina desde el Fan Fest.
Una furgoneta aparcada destaca por una gran calcomanía del papa Francisco en el capó. El pontífice lleva una bandera argentina en la mano derecha y una de Brasil en la izquierda.