Rebeldes prorrusos aclaran que su objetivo es independizarse de Ucrania

Foto de Archivo: La República.

Kiev, 2 sep (EFE).- Los separatistas prorrusos del este de Ucrania aclararon hoy que exigen a Kiev el reconocimiento de su independencia y desmintieron que su propuesta para la paz presentada ayer en Minsk aceptara la permanencia en el seno del país con un estatus especial.

Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Luganks no quieren «permanecer en los límites de Ucrania ni territorialmente, ni desde el punto de vista político o financiero», aseguró uno de los líderes más destacados de los sublevados, Alexandr Zajárchenko.

«No se ha hablado de ninguna federación en el seno de Ucrania. Es un asunto básico», dijo a su vez Andréi Purguín, jefe de la delegación de los separatistas que participó ayer en la ronda de consultas con representantes del Gobierno de Kiev con mediación de Rusia y la OSCE.

Los rebeldes llegaron a la capital bielorrusa con un documento en el que exigieron a las autoridades ucranianas un «estatus especial» para las sublevadas regiones de Donetsk y Lugansk, algo que fue entendido por muchos expertos y medios de comunicación como una renuncia a la independencia.

«Podemos decir que conservaremos espacios socioculturales para los ucranianos. Sin embargo, no cabe duda de que somos parte del mundo ruso», precisó Purguín haciendo alusión al concepto de una entidad territorial que se extiende más allá de las fronteras de Rusia acuñado por el presidente ruso, Vladímir Putin.

Los prorrusos también dejaron claro que no permitirán la celebración de las elecciones parlamentarias ucranianas, convocadas para el próximo 26 de octubre, en los territorios que controlan.

Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pavló Klimkin, pidió «voluntad política» a los separatistas para continuar las consultas sobre el alto el fuego y el intercambio de prisioneros.

Kiev señaló que las consultas entre los dos bandos continuarán en el mismo formato en un futuro próximo, pero no confirmó la fecha anunciada ayer por Purguín, quién aseguró que las partes acordaron volver a reunirse el próximo viernes, 5 de septiembre.

El jefe de la delegación de los separatistas aseguró ayer al finalizar las consultas que el próximo encuentro se centrará «en etapas y pasos posibles para el alto el fuego» y «el intercambio de prisioneros (en el formato) de ‘todos por todos'».

Mientras, las milicias prorrusas continuaron su exitosa contraofensiva en los tres frentes donde tienen lugar duros combates entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes, que según el Gobierno de Kiev, los propios rebeldes y numerosos testimonios en las redes sociales rusas reciben cuantiosa ayuda militar y en efectivos por parte de Rusia.

Al menos 15 soldados ucranianos murieron y otros 49 resultaron heridos sólo en las últimas 24 horas, aunque todo indica que las bajas mortales en las fuerzas ucranianas podrían ser mayores en los últimos diez días, cuando los separatistas lanzaron su contraofensiva y lograron abrir un tercer frente en el litoral del mar de Azov, al sur de la región de Donetsk.

La industrial Mariúpol, la segunda ciudad más importante de la región y principal puerto ucraniano en el mar de Azov, será con toda seguridad el epicentro de la próxima batalla en el este de Ucrania, en vista de los preparativos que tienen lugar en los dos bandos enfrentados.

Mientras los milicianos aseguran controlar ya todas las carreteras que llevan a esa ciudad, tropas ucranianas levantan a su alrededor defensas antitanque para resistir el posible asalto de los prorrusos.

Kiev ha denunciado que tropas regulares rusas, que según Ucrania ya han participado en la toma de Novoazovsk, a unos 45 kilómetros de Mariúpol, pueden también tomar parte en el posible asalto a esa ciudad.

De acuerdo con el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (CSND) de Ucrania, Andréi Lisenko, las fuerzas gubernamentales se enfrentan a una agrupación armada de entre 10.000 y 15.000 hombres, que incluye milicianos y tropas regulares rusas con armamento pesado.

Lisenko señaló que no puede precisar la cifra de soldados rusos que se encuentran en Ucrania porque «llegan cada día».

«En Lugansk ni siquiera ocultan sus distintivos, su pertenencia a las Fuerzas Armadas de Rusia; organizan corredores por los que pasan convoyes con armamentos, pertrechos y efectivos», explicó anoche el portavoz del CSND en declaraciones a la cadena ICTV. EFE

Más relacionadas